El bodrio ultraconservador de Kast debe desecharse

La propuesta del Consejo Constitucional, liderado por el Partido Republicano de extrema derecha y comandado por su excandidato presidencial José Antonio Kast, es una nueva oportunidad perdida para Chile, y representa un retroceso significativo en el camino hacia una Constitución y un pacto social justos y equitativos. Tras el fracaso de la anterior Convención Constitucional, teníamos la esperanza de que se buscaran soluciones inclusivas para el país, pero lamentablemente, esta propuesta nos lleva en la dirección opuesta.

Esta propuesta se caracteriza por su maximalismo, lo que refleja una profunda desconfianza en el poder legislativo y administrativo, lo que conducirá a una rigidez y petrificación del ordenamiento jurídico. Además, es materialmente conservadora y carece de innovaciones significativas, alejándose de la tradición constitucional chilena y profundizando el diseño institucional de la Constitución de 1980.

Es evidente que esta propuesta es partidista tanto en su forma como en su contenido. Las derechas hicieron prevalecer su mayoría en todo momento, ignorando abrumadoramente las aportaciones de las izquierdas. Esto refleja una clara intención de diseñar una Constitución a medida de las derechas, excluyendo a gran parte de la sociedad.

Lo más preocupante es que esta propuesta limita la diversidad ciudadana y refuerza la discriminación. Con normas que buscan reducir la identidad chilena y elevar las barreras de entrada para las fuerzas políticas organizadas, se invisibiliza la diversidad de la que desconfían las derechas. Además, debilita el Estado laico y promueve la identidad religiosa, lo que va en contra de los principios de igualdad y libertad.

Esta propuesta también muestra desconfianza en el rol redistributivo del Estado, lo que se traduce en un modelo económico que favorece a unos pocos en detrimento de la mayoría. La exención de contribuciones es un ejemplo de cómo se institucionalizan los privilegios en este texto.

El enfoque conservador de esta propuesta se hace evidente en su tratamiento de las libertades individuales y los derechos reproductivos. La falta de consideración de los derechos reproductivos y la redacción conservadora en torno al aborto son un claro retroceso en materia de derechos humanos.

Además, el texto pone en riesgo la lucha contra el narcotráfico al establecer criterios exhaustivos para la definición de delitos, lo que podría dejar impunes a los traficantes de drogas.

Esta propuesta del Consejo Constitucional liderado por José Antonio Kast es un grave retroceso para Chile. Representa un intento de consolidar una Constitución sesgada y conservadora que no servirá al bienestar de la sociedad chilena.

Hacemos un llamado a la ciudadanía a votar en contra de esta propuesta y a seguir luchando por una Constitución justa, inclusiva y progresista que refleje las aspiraciones de todo el pueblo chileno.

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