Una broma de mal gusto nos pareció revisar esta tarde la lista de proyectos adjudicados por el Fondo de Medios de Comunicación que cada año convoca el Ministerio Secretaría General de Gobierno.
Este fondo fue creado en 2001 para “contribuir a hacer más eficientes los mecanismos de vinculación, interlocución y comunicación entre el Gobierno y las Organizaciones Sociales, facilitar la expresión de las necesidades de la ciudadanía, mejorar el conocimiento y la comprensión de los programas derivados de las políticas de Gobierno y servir de órgano de información del Gobierno” (Resolución Exenta N° 272/475 de 9 de agosto de 2002).
En su sitio web, actualmente indica que este fondo “ha buscado apoyar a los medios regionales y locales, entendiendo que su tarea comunicacional es un aporte a la democracia y al pluralismo de la sociedad”, propósito que según indican “ha sido reafirmado por el nuevo gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet, en el sentido de generar equilibrios mínimos en el actual sistema de medios de comunicación en Chile. Permitiendo la permanencia de un grupo importante de medios pequeños, de nivel comunal, que no contaban con los recursos y las herramientas necesarias para insertarse y competir de forma igualitaria en el circuito medial“. (Favor retener esto)
En definitiva, la iniciativa busca “financiar complementariamente, proyectos relativos a la realización, edición y difusión de programas de carácter regional o local que refuercen el rol de la comunicación en el desarrollo social y cultural de nuestro país, rescatando la identidad propia de cada región y comuna” (www.fondodemedios.gob.cl, 16 de junio de 2015).
Todo suena muy bonito. Un verdadero mundo maravilloso. Pero la realidad no es así.
Desde 2001 —y es preciso notar que el caso de la Región de O’Higgins no es aislado— este fondo ha financiado a medios que no tienen ningún tipo de necesidad económica —con esto nos referimos a que, abiertamente, reciben varios millones mensuales por publicidad—. Unos ejemplos: el proyecto “Concepción Muestra Región Y Su Historia” (Radio Bío Bío de Concepción, 2001, 3 millones 150 mil pesos); “Vanguardia Cultural” (Diario El Rancagüino, 2003, 1 millón 78 mil 978 pesos); “Así crece nuestra región” (El Tipógrafo, 2004, 1 millón 102 mil 432 pesos), “Reportajes Así crecemos” (TVN Red O’Higgins, 2006, 575 mil pesos); y la lista podría seguir eternamente… Todos estos, medios que claramente, no son “medios pequeños de nivel comunal”.
En relación netamente a la asignación de fondos de este año, podemos decir que el límite de financiamiento para medios digitales —que hasta el año pasado llegaba a los dos millones y medio, y este año fueron disminuídos a un millón y medio— resulta insuficiente para realizar cualquier tipo de proyecto de calidad, por cuanto debe considerarse la adquisición de equipamiento, material para difusión, arriendo de locales para presentación o cualesquiera otra actividad, sin olvidar el pago a profesionales, que quizás sea lo menos barato. Con un millón y medio es poco lo que realmente se puede hacer; claro, a menos de que realmente sea un proyecto de cuarta y que el dueño de aquel medio tenga algún pituto, como es común ver en el Gobierno en la actualidad. La corruptela está instalada de hace tiempo, hoy solo es más visible.
Chistosamente, el consejo regional —quienes asignan los fondos— aprobó por unanimidad en marzo pasado, que estos fondos fueran destinados a los medios de comunas más apartadas. Sin embargo, cuando finalmente se aprobaron los proyectos adjudicados, los consejeros representantes de la provincia Cardenal Caro ni siquiera estaban presentes: uno andaba turisteando en Arica y el otro estaba lisiado.
Las radios podían optar a un financiamiento de hasta tres millones, medio millón más que en 2014.
De 17 radios que recibieron fondos este año, dos son de la provincia Cardenal Caro, y una tiene propietarios de muy dudosa reputación —pista: uno de los propietarios fue destituido por ser un alcalde corrupto. Sí, él mismo.
En cuanto a medios de otro tipo, recibirá fondos un medio digital local; medio que, de todas formas, no cumple con las bases del Fondo, al no publicar noticias de forma diaria —cuatro veces a la semana, al menos—, como se exige.
Aparecen con proyectos adjudicados un periódico de circulación gratuita —vive de la publicidad…—, otro diario que lleva casi cien años en circulación y que tiene publicidades millonarias —y que se adjudicó DOS proyectos, uno para la versión impresa y otro para la versión online—, otro diario que no hace más que propagandear al Gobierno, y otros medios que más o menos hacen lo mismo, pero que probablemente pasen más necesidad que esos tres.
Aclaramos que no estamos “picados”, pero sí molestos. Nuestro proyecto, que no resultó beneficiado, apuntaba a mostrar un tema que nunca en la historia del fondo había sido tocado, que es la donación de órganos. Pero ya sabemos donde están las prioridades de las autoridades, que cada día pierden más su autoridad, su prestigio, gracias a sus actitudes vergonzosas, y que terminarán sepultándolos —como merecen—.
¡No necesitamos de sus migajas para sobrevivir! ¡Métanse su fondo por donde les quepa!
