El inicio de 2024 ha estado marcado por 3 “sucesos” bastante poco favorables: (I) Crisis de seguridad, con una tasa de homicidios y nivel de delincuencia e inseguridad jamás antes registrado; (II) Incendios catastróficos, con miles de hectáreas quemadas y viviendas consumidas por las llamas; y (III) Sorpresiva muerte del expresidente de la República, Sebastián Piñera Echeñique.
La muerte de quien fuera presidente de Chile en 2 períodos, trae consigo 3 días de duelo nacional sumado a la realización de un funeral de Estado, donde se le rendirán diferentes homenajes y honores previamente establecidos, según protocolos, para ex mandatarios. Si bien el repentino fallecimiento conmociona al país, captando así la atención nacional, es menester no perder el foco de otro aspecto relevante, como es combatir la delincuencia y el crimen organizado, que traen aparejadas cifras históricas de homicidios y variados delitos, sumado a una inseguridad tal, que ha obligado a vecinos a encerrarse en sus casas apenas llegan del trabajo, por el temor a ser víctimas de la delincuencia.
Un tercer hecho noticioso ha ocurrido los últimos días, el cual tiene relación con -hasta el mediodía del domingo 04 de febrero- las casi 30.000 hectáreas consumidas por incendios forestales, concentrándose la mayor superficie entre las regiones de O’Higgins y Valparaíso. A raíz de las llamas, más de 15 mil viviendas fueron consumidas por el fuego – estando solo un centenar fuera de la V Región- trayendo consigo, además, las siguientes cifras entregadas hasta el martes 6 de febrero a las 12 horas: (1) Se certificó el fallecimiento de 131 personas calcinadas, siendo posible dar con solo 35 identidades; (2) Hay más de 300 desaparecidos; (3) El Servicio Médico Legal ha recogido menos de 100 cuerpos cuya muerte fue a raíz de las llamas, descomponiéndose -los restantes- bajo escombros, prácticamente a vista y paciencia de quienes allí habitan; y (4) Existen 40.000 personas directamente damnificadas.
Especialmente lo vinculado a incendios forestales y sus consecuencias, requieren que se materialice el sentido de urgencia, debiendo ser un gobierno proactivo para ir en ayuda de los afectados, pese a que hasta ahora influencers y particulares han demostrado mayor y mejor capacidad de respuesta. Aun cuando la atención mediática estará, principalmente, en el funeral del expresidente Sebastián Piñera, las diferentes autoridades deben preocuparse de trabajar sin el foco de las cámaras puesto en ellas, haciéndolo solo por el sentido del deber y vocación de servicio que dicen tener, sin buscar figurar ni nada a cambio más allá del bien de sus representados, debiendo, inclusive, suspender vacaciones si es necesario, cosa que, dicho sea de paso, la ministra Vocera de Gobierno, Camila Vallejo, no hizo.
Javier Osorio O.
Exvicepresidente Interno Federación de Estudiantes USS, sede Santiago
Egresado de Derecho UAH
