“QUE EL MUNDO ES UNA PORQUERÍA YA LO SÉ …”, PERO “CONDORITO” Y EL “ALEVARE QUINTETO” SALVAN

“QUE EL MUNDO ES UNA PORQUERÍA YA LO SÉ …”, PERO “CONDORITO” Y EL “ALEVARE QUINTETO” SALVAN

 

– Un grupo muy interesante de tango, con una fuerza interpretativa extraordinaria, ágil, renovado, que gusta y sorprende fue uno de los comentarios sobre la presentación que nos dio a conocer uno de aquellos privilegiados que asistió al acto del lanzamiento de su primer CD.

 

“Pareja chilena de bailadores de Tango ganan mundial en Argentina, la cantante internacional chilena Nelly Sanders cantó como ninguna en Buenos Aires y se convirtió en campeona mundial de Tango nada menos que en la catedral del espectáculo bonaerense “Luna Park”, el “Alevare Quinteto” –grupo musical nacional- la rompe en gira por las tierras de Martín Fierro …” podría ser perfectamente parte de los titulares en diarios y revistas en un futuro cercano.

Las dos primeras frases ya son parte de la historia. La primera un par de años atrás, la segunda ocurrió el 13 de diciembre de 1979; pero puede producirse la tercera. ¡Ni más, ni menos!

En efecto, así algunos fanáticos y entusiastas del “gotan” manifiestan tras oír las interpretaciones que hace este grupo musical chileno que se dedica a cultivar el ritmo porteño que en más de una ocasión nos ha hecho bailar, “cantar” o al menos tatarear hermosos y sentidos tangos como “Cuartito Azul”, “Adiós Pampa Mía, “Muñeca Brava”, “Uno”, “Volver” y decenas de otras composiciones.

De hecho en nuestra edad de humanidades, no pocas letras de tango aprendimos, como de otros ritmos, que servían hasta salir del paso con alguna gracia en una reunión de amistades de los años sesenta. ¡Qué cantidad de tiempo! En más de un ocasión intentamos, también, bailarlo, aunque no con la gracia que sí un primo sureño lo ha hecho bailar hasta en la China (y no es broma).

Pero vamos hilando más fino y no desentonemos. Nuestras ideas son para introducir lo que están provocando este grupo musical –Alevare Quinteto- que hace tan sola unas pocas semanas sacó al mercado nacional una producción de su primer CD: “Caleta de tango” se llama el volumen que concentra 12 ó 13 temas entre tangos y milongas que aún no oímos; pero que ya ha tenido excelentes comentarios de entendidos en el tema. Incluso hay dos o tres temas originales de integrantes de Alevare.

Este grupo nació hace poco más de tres años, por allá en Enero de 2006. Eran cinco, pero pese a que hoy son más mantuvieron el nombre, lo que no incomoda, pues lo que importa es cómo “suena” el tango en instrumentos no todos asociados al ritmo y sonido del tango tradicional. Veamos pues: Lo integran Pablo Silva (violoncello), Daniel Fuenzalida (contrabajo), Francisco Núñez (piano), Pablo Moraga (voz) y los estudiantes de la Facultad de Artes de la U. de Chile Erik Romero Martínez (violín), Cristóbal González (clarinete) y Jaime Flores (violín).

Hay otro aspecto que cautiva sobre todo a la gente adulta. Son todos cabros que no pasan de los treinta años, siendo la mayoría más cercano a los 20 años, lo que es inusual, sino únicos exponentes musicales de esta corriente tanguera que ya ha sido conocida en importantes lugares: Cumbre Mundial del Tango en Valparaíso (verano de 2008) como también en diversos restaurantes y salas como Isidora Aguirre, el Club de Jazz de Ñuñoa y Teatros de la capital, como de provincias.

Todos son músicos y estudios en la Facultad de Artes de la U. de Chile y la Facultad de Música de la Universidad Católica; formación que a varios no le ha impedido a seguir –paralelamente- formando parte de Orquestas Sinfónicas Juveniles y otras.

Tal es el caso del más joven de los integrantes con tan solo 20 años de edad. El es Cristóbal González Ramírez, el clarinetista que reemplaza al “bandoneón” en el Alevare Quinteto.

Proviene de una familia de tradición artística en Pichilemu. Pese a saber tocar una serie de instrumentos musicales –flauta dulce, teclados y otros- a la edad de 8 a 9 años es uno de los casi 30 primeros niños que se integra a la recién creada Banda Instrumental Municipal de la comuna, donde como la mayoría aprende bajo la batuta del maestro Erasmo Peña Leiva (ex músico, instructor y director de Bandas Militares) a leer música. Primeramente le llama la atención el Saxo, pero finalmente opta por el Clarinete.

Luego de un par de años, sus padres –profesores pichileminos- deciden buscar estar más cerca de donde su hijo siga a la par con sus estudios de enseñanza media, educación musical para seguir creciendo como músico. Y muy pronto está siendo parte de la orquesta Sinfónica Juvenil de Rancagua. Desde esa ciudad viaja a clases a la Facultad de Artes de la Universidad de Chile.

Entre medio y en forma paralela se entusiasma e integra el Grupo Musical “ …..” al tiempo que sigue en la Sinfónica Juvenil.

La última vez que le vemos tocar es en esta orquesta en el Teatro Municipal de Santiago, donde participan varias orquestas sinfónicas del país. De eso hace ya tres años o un poco más …, hasta que nos enteramos que en días pasados el grupo musical que integra desde hace un tiempo, lanzó su primer CD de “tangos y milongas”.

Grande fue nuestra sorpresa. Y grande la desilusión de no haber sido informados para haber, al menos, informado en el momento de ello. Y, eventualmente, haber sido partícipes de aquella presentación, considerando que fue en el Centro Cultural Matucana 100, en Santiago, donde estamos residiendo.

No obstante, como igual sentimos que ello es algo reciente, queremos destacar el lanzamiento de este primer CD, donde interpretan temas que alguna vez cantó el inmortal Carlos Gardel (Palomita Blanca), composiciones de grandes del Tango, como lo fueron Enrique Santos Discépolos (Por una Cabeza, A Fuego Lento, Nostalgia, Los Mareados), de Alfredo de Angelis (Lágrimas de sangre), de Osvaldo Pugliese (Negrada), entre otras. También un par de temas de Astor Piazzolla (Michelangelo 70 y Zum) versiones de tango más moderno.

Asimismo, tres temas pertenecen a la autoría de integrantes de Alevare Quinteto. Estos temas son: “Condorito” (del director del grupo, Francisco Nuñez, quien es a la vez el pianista), “Puñalada” (del cantante Pablo Moraga), y “Erick” (de uno de los Violinistas, Erick Romero).

En una de las tantas notas publicadas en medios de prensa, se destaca por ejemplo, que tampoco faltan las improvisaciones, donde los talentosos músicos integran sus conocimientos de la música docta con el ritmo arrabalero. Lo único que no han explorado es el tango electrónico.

Sus integrantes no se visten con terno y pañuelo al cuello como los tangueros de antes. Al contrario, imponen su propio estilo. Se preocupan mucho del show y de generar un espectáculo más allá de la música. Cristóbal González asegura que uno de los plus del grupo es «pasarlo bien tocando, lo que se trasmite. Todos somos unos enamorados del tango».

 

 

SINFÓNICA DE LA UNIVERSIDAD DE CONCEPCIÓN

Pero aquello no es todo. El joven músico pichilemino –que alguna vez declaró que quería ser “director de orquesta”- está tocando nada menos que en la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Concepción, en la que está contratado, desempeñándose como segundo clarinetista, lo que –según su padre a quien lo contactamos- lo tiene muy contesto. Y si bien por ahora tiene congelados los estudios de dirección orquestal, no abandona su meta mayor, solo pospuesta por ahora.

Es un orgullo no solo para sus padres y familiares, sino para nuestra comuna. Y particularmente para quien redactas estas líneas, puesto que estuvimos casi cuatro años bregando en el Concejo Municipal pichilemino para hacer entender de lo beneficioso para los niños y jóvenes el crear esta agrupación musical, la que en el futuro podría constituirse en l base de una Orquesta Sinfónica Infantil Juvenil.

Todo los sueños que abrigábamos, felizmente han estado dando sus frutos. Hoy no solo Cristóbal está descollando en la música. También está Alexis Fuentes Villalobos, otro joven que forma parte de la banda Instrumental de la Fuerza Aérea de Chile, llevado por el maestro Eduardo Moyano, actual director de la Banda Instrumental Municipal de Pichilemu. Otro joven que estuvo junto a Alexis debió retirarse por una enfermedad que le sobrevino.

Lo importante es que la semilla musical pichilemina sigue creciendo y consolidando a lo que es un orgullo musical de la comuna.

Ojala, las autoridades comunales sepan distinguir la importancia de los que está sucediendo y, en un futuro cercano, inviten a este grupo musical –Alevare Quinteto- con un integrante pichilemino y le brinden un espectáculo de alto nivel a la comunidad. Y de paso –si les cae la teja- aprovechar el momento para darle un reconocimiento a Cristóbal, como a los demás ex integrantes de la agrupación musical pichilemina, que siguen en la música, un reconocimiento a quienes a través del arte también prestigian a su cuna natal.

 

 

 


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