Aunque no escribimos precisamente para recibir agradecimientos o elogios, no es común recibirlos, sino más bien se espera un alcance, una precisión, a veces hasta un desmentido, lo que tampoco ocurre frecuentemente, por no decir nunca.
Hoy hemos sido avisados de este artículo donde se agradece la publicación de un artículo donde nos referimos a la remodelación del Parque Municipal, ocurrida el 16 de diciembre de 1987, durante la gestión del alcalde René Maturana. Momento desde el cual se denominó -mediante el correspondiente decreto municipal- como Parque “Agustín Ross Edwards”.
Debemos señalar empero, que en sus recuerdos y artículo, el también periodista Maturana, incurre en un error -por cierto que creo involuntario- al indicar que en su gestión se declaró “zona típica” al lugar.
Lo que sí ocurrió, efectivamente, que su gestión, a partir de esta remodelación, permitió que se declarara Monumento Nacional tanto al Parque Ross, como al edificio del ex Casino, lo que ocurrió tan solo meses más tarde, en Febrero de 1988, al salir publicado el Decreto correspondiente en el Diario Oficial, tramitado por el Consejo de Monumentos Nacionales.
En cuanto a la Zona Típica, ésta fue declarada el 22 de diciembre de 2004, por gestiones que iniciamos el año 1993 -siendo dirigente de la Cámara de Turismo de Pichilemu- al solicitarlo tras la visita a la comuna de la Directora Nacional de la Biblioteca, DIBAM, Marta Cruz Coke. Similar gestión, sin ponernos de acuerdo, solicitó días más tarde el alcalde Orlando Cornejo Bustamante.
Todo iba viento en popa hasta que un imbécil o un par de ellos que opinó que seguir con los trámites era como “sentenciar el progreso del sector, porque -según él o ella- después había que pedir permiso hasta por clavar un clavo”. Ante este “sabio consejo”, el alcalde Cornejo y Concejo Municipal pararon el trámite. Todo ello se reanudó años después estando siendo parte del Concejo Municipal con funcionarios que si comprendieron la importancia de aquello. Nos preocupamos del tema, lo impulsamos, conseguimos el concurso de una estudiante de arquitectura -hoy seguramente ya una profesional- pichilemina Amparo Parraguez Polanco, quien hizo el Plano que requería el CMN con los puntos del área a declarar como tal, según acuerdo del Concejo municipal. Y llevamos personalmente el Plano y Oficio conductor al CMN. Es más, ante la proximidad del aniversario comunal del año 2004, sugerimos que sería bonito, significativo, que fuera publicado en el Diario Oficial (tenemos copia de la Carta donde solicitamos tal petición), que conversamos con el Secretario Ejecutivo del CMN, a la sazón Angel Cabeza Monteira.
Esperamos un par de meses y ya estando fuera del Municipio, nos enteramos del éxito de la gestión, porque efectivamente salió publicado en el D.O. el 22 de diciembre de 2004.
Con no poca desazón debemos decir que ello NO HA SERVIDO DE NADA, pues la Zona Típica no ha sido respetada. Sí, así de simple. Hoy, con la complicidad de algunas autoridades (por no decir todas) y la negra gestión del DOM, ahí se ha demolido una construcción que era parte de aquella Zona Típica, sin usarse el procedimiento que debe seguirse para este tipo de situaciones.
¿Quién pondrá remedio a esta trasgresión a la Ley de Monumentos Nacionales?
Debiera -en primer lugar- la Municipalidad, pero ¿cómo si ella lo ha permitido?
En segundo lugar, debiera ser el CMN, pero ¿cómo si este organismo o sus actuales mandamases no actúan?
¿Quién más podría hacerlo si en Pichilemu todo pasando …?
Vamos al artículo que da origen a nuestra introducción:
Ex Alcalde de Pichilemu agradece a corresponsal Washington Saldías González por recordar gestión de 8 años del periodista René Maturana Maldonado
Por Mauricio Pérez Araya – www.elcachapoal.cl
Rancagua, 27/12/07.- Deseo agradecer a su medio y al corresponsal Sr. Washington Saldías -cronista por años del acontecer pichilemino- el recuerdo que se hizo el 23 del presente sobre la reinauguración del Parque Agustín Ross de Pichilemu, durante mi gestión alcaldicia.
Efectivamente, al asumir el cargo encontré ese paseo en un estado de total destrucción y abandono, a pesar de que en las promociones turísticas continuaba presentándose como una postal de Pichilemu.
Entonces, y a pesar de los escasos recursos económicos del municipio, nos dimos a la tarea de recuperar su esplendor y belleza, proyecto que encomendé al arquitecto y amigo Sr. Gerardo Sepúlveda Pino, entonces Director de Obras Municipales.
Junto al ingeniero Sr. Luis Celis Vidal y uno que otro profesional (la planta municipal no consideraba más) él se abocó al desarrollo de esta iniciativa, mientras el área de Finanzas hacía “milagros” para conseguir los recursos.
Con obvias dificultades, pero con mucho entusiasmo, logramos sacar adelante para el aniversario de la comuna, en 1987, esta obra que -también por gestiones de mi administración- obtuvo la calidad de “zona típica”.
Los trabajos incluyeron el rediseño y producción total de nuevas áreas verdes, construcción de solerillas, nueva iluminación, instalación de escaños y depósitos para la basura, apertura de un acceso principal frente a Avda.
Comercio, recambio y reparación de balaustros, pintura completa y la remodelación de la pileta, a la cual se le incorporó una fuente de agua de colores (lo cual se ha echado de menos en el último tiempo).
Adicionalmente, con la asesoría de una institución universitaria se efectuó un tratamiento a la totalidad de las palmeras (más de 100) por presentar enfermedades.
En el nuevo acceso se descubrió una placa alusiva al acontecimiento que -a diferencia de lo que se estila- no menciona nombres de personas, sólo al municipio. Para el cuidado y seguridad del lugar, dispusimos un cuidador y el cierre del paseo a la medianoche.
La inauguración, en un atardecer de mucho viento (como es habitual en diciembre) fue solemnizada con la presencia de autoridades y la banda del Regimiento “Colchagua” de San Fernando, la cual, al término del acto, ofreció un concierto, jazz incluido, en la glorieta del paseo.
Cuando oscurecía, y en el momento del corte de la cinta tricolor, la fuente de agua lanzó sus primeros chorros multicolores mientras cientos de asistentes, en torno a la pileta, alzaban sus copas para brindar con champaña por este acontecimiento.
Recuerdo lágrimas en los rostros de muchos pichileminos que veían renacer su querido Parque Ross, nada menos que con la presencia de un nieto del fundador del balneario.
Luego, atravesamos hasta el gran salón del Hotel Ross donde continuó el festejo con un concurrido cóctel…
Esa obra, como tantas otras de esa época, sólo tendría parangón, a comienzos de los 90 (cuando terminaba mi gestión) con la construcción de la Plaza Prat -en Avda. Ortúzar, bajando hacia la Costanera- en un sitio eriazo donde abundaban la basura y los animales.
Gracias a ustedes por tan significativo recuerdo y, desde este medio, mi saludo y gratitud al excelente equipo de colaboradores que me ayudó en tantas iniciativas de progreso -real y efectivo- para Pichilemu. Y que conste: obras ejecutadas con presupuesto municipal; no del Fondo Regional u otras fuentes.
René Maturana Maldonado, Periodista, Ex Alcalde de Pichilemu 1984 – 1992, ex Presidente Colegio de Periodistas Regional Rancagua, Académico Universidad Andrés Bello.
