GRANDE LA ROJITA DE TODOS ¡POR FIN CHILE!

GRANDE LA ROJITA DE TODOS ¡POR FIN CHILE!

Una memorable jornada -como pocas en los últimos tiempos- aparte de los triunfos anteriores de la Sub-20, nos hizo vivir esta tarde la selección chilena dirigida por el técnico chileno José Sulantay en el Mundial de Canadá, al ganar por cuatro goles a cero a los nigerianos..
Pese a que durante los noventa minutos reglamentarios no pudo desequilibrar el marcador -aunque Cristhofer Toselli si lograba un nuevo record, manteniendo la valla invicta- los nigerianos nos hicieron pasar minutos de tensión, aunque finalmente Chile gracias a una férrea defensa Martínez. Larrondo, Suárez y Godoy- y el portero frenaron los ataques africanos.
Otro tanto hacían en el medio campo: Gary Medel -todo un baluarte- y Mauricio Isla. Lo mismo Currimilla, un Alexis Sánchez (que debió abandonar), Sepúlveda y más arriba Vidangossy y Medina.
Ello significó ir al complemento de 15 minutos por lado, cuando en una carga chilena, el porteño Grondona logró en la boca del arco cabecearla y vencer al arquero nigeriano que fue de menos a más en su juego.
En los 15 minutos finales vino lo impensado. Le cometen foul a Vidangossi y uno de los mejores jugadores chilenos -Isla- vence al portero dejando el marcador 2-0. Y el propio Isla en una contra ataque rojo y después de un gran carretón le gambetea al portero nigeriano, ante los esfuerzos de un defensa que no llega, marcando el 3-0.
Y en otro contra ataque chileno, Matías Vidangossi -.sacando esfuerzos de no sé dónde- se arranca por la derecha. El portero que le achica, mientras otro defensa quiere interceptar -sin lograrlo- el tiro del chileno que marca el definitivo 4-0 ante la euforia de los miles de chilenos en el estadio olímpico de Montreal y de los quince millones de chilenos que lo gritamos con todo.
Un resultado que nos deja entre los cuatro mejores del mundo y para enfrentar a Checoeslovaquia, Austria o al ganador entre Argentina y México.
Una instancia de una selección que tiene cojones, fútbol, corazón y sangre. No baja nunca los brazos y pelea la pelota -mojando la enseña nacional- hasta dejar todo en la cancha. ¡Grande Chile!, aprendan “profesionales” agrandados y farreros.

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