CATEGÓRICA Y FUNDADA RESPUESTA DA EL JOVEN ALCALDE SERGIO MORALES RETAMAL A DIPUTADOS, POR LA LAGUNA DE PETREL.
En efecto, el joven alcalde de Pichilemu, Sergio Morales Retamal, de solo 32 años de edad, respondió categóricamente que la laguna de Petrel es un BIEN NACIONAL DE USO PÚBLICO, al Jefe del Departamento de Bienes Nacionales, de la Cámara de Diputados, al requerírsele la posición municipal con respecto a la mencionada laguna.
Esta respuesta ocurrió hace 50 años atrás. Ya en ese tiempo, un Tango -como muchos otros que cuentan la vida misma- decía en su letra: “Te acordas hermano que tiempos aquellos, los muchachos de antes no usaban gomina, ……..”; pero esto también es historia, aunque algunos elementos siguen en gloria y majestad.
Pero no nos desviemos, la respuesta a que hago mención -y que estaba anunciada el día 24 de diciembre recién pasado- tiene PLENA VIGENCIA. De ahí, que la hemos rescatado. Dice:
MUNICIPALIDAD DE PICHILEMU, Pichilemu, 10 de Enero de 1955, Oficio N° 3.
En respuesta a la Providencia N° 21.534, de 24 de Diciembre de 1954, del Departamento de Bienes Nacionales, que se refiere a la situación que se estaría originando en la laguna de Pichilemu, esta Alcaldía informa lo siguiente:
La Laguna de Petrel, o Pichilemu, ubicada en las playas de Pichilemu, frente a la Estación de Ferrocarriles, se forma con el agua del mar que la llena en las altas mareas y con las aguas lluvias de las siguientes quebradas: Quebrada Honda, que marca el deslinde sur de la Hacienda San Antonio de Petrel; Quebrada del Nuevo Reino, por el deslinde de la Hacienda El Puesto, que recibe las aguas de las lagunas “El Ancho” y “Lagunillas” (hoy conocida como Laguna “El Barro”) y Quebrada de El León que forma también la laguna El Bajel. La Laguna de Petrel o Pichilemu no está ubicada dentro de la Hacienda San Antonio Petrel.
La laguna de Petrel, por recibir los efectos de las altas mareas, contienen un gran porcentaje de agua de mar. La Hacienda San Antonio estuvo construyendo salinas en las riberas del lado de su pertenencia para aprovechar la calidad salina de sus aguas.
La laguna de Petrel, de acuerdo con el art. 594 del Código Civil, está comprendida en lo que se llama “playa de mar” pues el citado artículo entiende como tal “la extensión de tierra que las olas bañan y desocupan alternativamente hasta donde llegan en las más altas mareas”. En las más altas mareas las olas atraviesan la laguna y llegan hasta el terraplén de la Estación de los Ferrocarriles.
El artículo 595 del Código citado dice que “los ríos y todas las aguas que corren por cauces naturales son bienes nacionales de uso público”. La laguna de Petrel que se forma con las aguas del mar y de las quebradas del sector sur de la comuna es, en consecuencia, un bien nacional de uso público. Por esta razón la Municipalidad concede permisos para que en ella se efectúe el comercio de transporte de pasajeros en botes y lanchas que navegan hasta más arriba del Puente Negro, a más de un kilómetro del pueblo.
La Hacienda San Antonio de Petrel, desde que fue comprada por don Eugenio Suárez H., con el pretexto de que se le revienen, no que se inundan, algunos terrenos que siembra de pastos, ha estado haciendo abrir el cauce de la laguna hacia el mar cada vez que las altas mareas la llenan. Esto ha estado ocurriendo estos últimos años desde septiembre adelante, varias veces, hasta marzo.
La laguna Petrel es una de las bellezas naturales más notables de Pichilemu y, por consiguiente, un sitio de máxima atracción turística. Por ella pueden hacer los veraneantes y turistas paseos en botes o lanchas y grandes y chicos pueden practicar la natación sin peligros de ninguna especie. Además, por la gran cantidad de peces comestibles que contiene, es un lugar privilegiado para practicar el deporte de la pesca. Cuando la Hacienda San Antonio de Petrel ordena a sus cuadrillas abrir el cauce de la laguna hacia el mar, ésta pierde todos sus atractivos hasta que el cauce se cierra y las altas mareas vuelven a llenarla.
La Hacienda San Antonio, en cuyo deslinde sur se encuentra la laguna de Petrel y el estero que la forma, prohíbe el tránsito por las riberas del lado de su propiedad, en circunstancias que el Código Civil dispone que, en las riberas de estos lagos, debe quedar una faja de cuatro metros libre para el tránsito de los pescadores y demás personas.
Esta Alcaldía ha solicitado a la autoridad marítima prohíba a la Hacienda San Antonio de Petrel abrir después de Septiembre el cauce de esta laguna porque perjudica en forma gravísimo al balneario y porque, siendo un bien nacional de uso público, no es la Hacienda la que debe disponer de sus aguas.
Como conclusión se informa: que la laguna de Pichilemu, o Petrel, es un BIEN NACIONAL DE USO PÚBLICO; que no está ubicada dentro de la hacienda San Antonio de Petrel de propiedad del Sr. Eugenio Suárez H.; que es la laguna un sitio de gran atracción turística y que los perjuicios que pudiere ocasionar el agua que reviene los terrenos de pastos de esa hacienda, no justifican el daño inmenso que ocasiona al balneario la abertura de su cauce al mar.
Es cuanto puedo informar a ese Departamento sobre el particular.
Sergio Morales R. – Alcalde (Hay firma).
AL SEÑOR
JEFE DEL DEPARTAMENTO DE BIENES NACIONALES
CAMARA DE DIPUTADOS
SANTIAGO
Nota del Editor: Llaman la atención algunos aspectos.
a) La clara y rápida respuesta del Alcalde Sergio Morales, donde no mediaron más de 15 días desde la fecha del envío de la Nota (24 de Diciembre de 1954) que originó la respuesta, (fechada ésta el 10 de Enero de 1955).
b) En esos tiempos NO HABÍAN ASESORES JURÍDICOS. Cabe señalar que en esos años, los funcionarios municipales entre empleados y obreros, no eran más de 10 personas, lo que contrasta “un poquito” con el presente. No obstante, Alcalde Sergio Morales Retamal que no era abogado, junto a su secretario de entonces, don Carlos Rojas Pavez, elaboró una respuesta categórica y fundamentada, defendiendo la calidad de la laguna de Petrel, o Pichilemu, como UN BIEN NACIONAL DE USO PÚBLICO.
c) Cincuenta años después el actual propietario del -ahora- Fundo San Antonio de Petrel (que se “achicó” de Hacienda a Fundo) CRECIÓ según argumenta en los últimos años, don Francisco Javier Errázuriz Talavera. El, de hecho, en el verano del 2004, a través de uno de sus empleados -don Hugo Astudillo- quiso cerrar la Laguna de Petrel, argumentando que era peligroso que “alguna persona se cayera a la laguna y se ahogara. Y que como consecuencia de aquello, pudieran recibir una eventual demanda en su calidad de propietarios”.
Ante la férrea oposición a esas intenciones y acciones manifiestas en ese sentido, por parte del Concejo Municipal, se retiraron; pero de una u otra manera influyeron y facilitaron materiales y personal para que -posteriormente- se cerrara la laguna de Petrel y con ello la Avenida Costanera, en acción ocurrida el 3 de Marzo de 2004,que pasa por el sector desde el año 1971/1972. Situación que, felizmente, se ha solucionado el viernes de la semana pasada, gracias a la Resolución adoptada por el gobernador provincial, Fabricio Jiménez Mardones, a solicitud del Concejo en pleno saliente y el entrante.
