El caso de Martín de los Santos Lehmann, ingeniero de 34 años formalizado por una violenta agresión contra un conserje en Vitacura, continúa generando repercusiones a nivel nacional, especialmente luego de que se confirmara que cumple su arresto domiciliario en Pichilemu, comuna donde también se le han atribuido comportamientos conflictivos en el pasado.
Los hechos que originaron la denuncia ocurrieron la madrugada del lunes 20 de mayo, cuando el trabajador Guillermo Oyarzún, de 70 años, habría sido golpeado en reiteradas ocasiones por De los Santos, luego de un supuesto altercado a raíz de la negativa del conserje a entregarle un cigarro. El afectado resultó con lesiones de gravedad, incluyendo una fractura de mandíbula y daño ocular que podría derivar en la pérdida de visión de uno de sus ojos.
La alcaldesa de Vitacura, Camila Merino, calificó el hecho como “una brutal y cobarde agresión”, solidarizando con la familia del trabajador, quien se desempeñaba desde hace más de dos décadas en el mismo edificio, incluso tras su jubilación.
El imputado fue detenido por personal de Seguridad Ciudadana de Vitacura y quedó con medidas cautelares de arresto domiciliario total y firma mensual, según determinó el tribunal. La resolución ha generado molestia en redes sociales y entre vecinos, dado el impacto de las lesiones sufridas por la víctima.
Tras conocerse que De los Santos Lehmann reside actualmente en Pichilemu, comenzaron a surgir nuevos testimonios de residentes de la zona que aseguran haber tenido conflictos con él en el pasado. Uno de los casos fue relatado en el matinal Mucho Gusto por un hombre de 77 años, quien declaró haber sido agredido hace algunos años, en el marco de un problema relacionado con el arriendo de una propiedad.
Según su relato, el conflicto se originó cuando el ahora formalizado se habría negado a desalojar una vivienda arrendada. En medio de la disputa, el denunciante aseguró haber sido golpeado, al igual que su nieta y un amigo. Incluso mencionó que De los Santos habría retirado a la fuerza un perro de su propiedad como “venganza”.
Si bien dichos antecedentes no han sido confirmados oficialmente por el Ministerio Público, dan cuenta de una seguidilla de episodios que podrían configurar un patrón de comportamiento violento. Medios como TVN y Meganoticias han dado seguimiento al caso, revelando además que el acusado habría tenido una discusión previa en un club nocturno la misma noche del ataque.