En una muestra recurrente de la desidia de la gestión municipal en Pichilemu hacia los medios de comunicación locales, nos vemos obligados a levantar la voz ante la inequidad y la falta de visión inclusiva en el plan de medios liderado por el alcalde Cristian Pozo.
Resulta alarmante observar cómo, una vez más, los recursos millonarios destinados a la difusión de las actividades municipales se concentran exclusivamente en medios radiales, dejando en la sombra a los medios de comunicación escritos. Tanto a este medio, como a varios otros que existen en la comuna, se les niega un vital financiamiento.
Bajo el liderazgo del alcalde Pozo, la municipalidad parece aferrarse a una política discriminatoria ya demostrada por su predecesor Roberto Córdova, perpetuando la omisión sistemática de apoyo a los medios escritos o de otro tipo (no radiales). Esto es una afrenta no solo a la libertad de prensa, sino también a la diversidad informativa y al derecho de los ciudadanos de Pichilemu a recibir información a través de diversas fuentes.
La licitación publicada recientemente, titulada “Contrato de suministro de emisión radial para la difusión de las actividades de la municipalidad de Pichilemu año 2024”, es reveladora en su alcance unilateral. Una vez más, la administración municipal ha optado por excluir cualquier oportunidad para medios de comunicación que no sean radiales. Esta práctica discriminatoria, que se repite año tras año, no solo va en detrimento de la pluralidad informativa, sino que también cuestiona la transparencia y equidad en el acceso a los recursos públicos.
La creación de un grupo de WhatsApp denominado “Medios pichilemu” [sic], al que se hace referencia como un supuesto gesto de apoyo a los medios locales, es una estrategia insuficiente y, francamente, insatisfactoria. La mera compartición esporádica de información en un chat no puede ser considerada como un respaldo serio a los medios de comunicación locales. Esta acción superficial parece más una estratagema para simular colaboración que un esfuerzo genuino por fortalecer el periodismo local.
Es desconcertante que, a pesar de los llamados del alcalde a la colaboración y la ayuda, sus acciones contradicen esas palabras. La falta de licitaciones para otros medios de comunicación demuestra una falta de compromiso real con la diversidad informativa y una preferencia evidente. A esto se suma que en 2022, la municipalidad conmemoró el día del trabajador radial, entregándole reconocimientos a distintos comunicadores, pero del día de la prensa ni hablar. Nunca se ha recordado el día en que se fundó la Aurora de Chile. La prensa escrita y su importancia sencillamente no le importa al municipio.
Mientras la Municipalidad de Pichilemu persiste en una política discriminatoria y exclusiva en su plan de medios, es importante destacar que esta aproximación está radicalmente en desacuerdo con la actitud adoptada por otros municipios en la misma región. Un ejemplo claro es la Municipalidad de San Fernando, que ha optado por una estrategia más inclusiva y equitativa en su licitación para la difusión de actividades municipales.
En el caso de San Fernando, la municipalidad ha abierto una licitación que busca apoyar a diversos medios de comunicación. Sin embargo, lo que distingue su enfoque es la clara delimitación de líneas de apoyo. En lugar de canalizar todos los recursos exclusivamente hacia un tipo de medio en particular, se permite a los postulantes optar por una única línea de apoyo. Esta medida no solo garantiza una distribución efectiva de los recursos municipales, sino que también fomenta la diversidad informativa al respaldar a diferentes tipos de medios.
La estrategia implementada por la Municipalidad de San Fernando refleja una comprensión más profunda de la importancia de la pluralidad de voces en el ámbito de la comunicación. Al permitir que distintos medios participen en el proceso de licitación, se fortalece la relación entre la administración municipal y la comunidad. Este enfoque más inclusivo no solo beneficia a los medios locales, sino que también contribuye a una representación más completa y transparente de las actividades municipales.
Exigimos una revisión inmediata y justa del plan de medios de la Municipalidad de Pichilemu. La equidad y la inclusión deben ser principios rectores en la distribución de recursos públicos destinados a la difusión de información municipal. Es hora de superar las prácticas excluyentes del pasado, convertido en el presente, y trabajar hacia una comunidad informada, diversa y participativa.
