Afectado de una rebelde tos de origen nervioso, Raúl Cubillo, reportero del diario El Cóndor, consultó a un facultativo y con receta en mano se fue buscando alivio sin encontrar este medicamento en las Farmacias de Santa Cruz, hasta llegar a la Farmacia Salcobrand. Cubillo dice que el reloj marcaba las 21:00 horas, y unos segundos pasados del lunes.
Dicha farmacia tenía sus puertas cerradas, a cargo de un criterioso funcionario de seguridad, el cual estaba de civil que le dijo en esos momentos “estamos cerrando” y aún había gente al interior. Se le explicó que portaba una receta y que era de urgencia, a lo que el portero le respondió “¿Y porque no vino antes?”, aclarándole que recién se había desocupado del médico. Dicho sea de paso que el medicamento prescrito era necesario para calmar la tos y ahogos, para no perjudicar la parte cardíaca. Raúl continúa su relato: “luego de este señor me “ninguniara”, me tramitara, hiciera befa de mi caso, le dice al Químico “Jefe, atienda al caballero”, es decir pensó además que andaba en estado de ebriedad.
Al seguir con la negativa, Raúl, se pone en contacto telefónico con Carabineros para ver si podrían hacer algo, ya que aún había gente dentro de la farmacia. Incluso le dijo al portero “Convengo en que esté cerrado si vengo a comprar choclos, pan o bebidas, pero ustedes están jugando con la salud de las personas. Le agregó “Ud., no conoce el T.T.C.P. (tacto, tino, criterio y ponderación), esto no lo compra en esta farmacia, sino que “viene de fábrica”. Ante la negativa, Raúl se retiró del lugar y para calmar la tos, que dicho sea de paso, las enfermedades se agravan de noche, de acuerdo al presión atmosférica (por si no lo sabía), calmó su tos con dulces de menta, hasta que amaneció para encargarlo directamente a amistades en San Fernando.
Raúl Cubillo, nos finaliza su relato, manifestando, “quise contar esta historia, ya que por una parte, falta a toda ética y moral, si esto me sucedió a mi ¿Cuántas personas más habrán quedado sin medicamentos y tal vez perdiendo posteriormente la vida? y, para que no vuelva a suceder, copia de esta nota, se va directamente: al Ministerio de Salud Pública, Seremi de Salud VI Región, Colegio de Químicos Farmacéuticos de Chile. Para que nunca más vuelva a pasar una cosa así de grave en Santa Cruz y se arregle el pueblo de una vez y por todas. Lamentable que no estaba el Químico Farmacéutico, Polonio Arce Caroca, un hombre profesional, criterioso y ético”.
