El 4 de octubre de 1935 se produjo el fallecimiento del alcalde de la comuna de Pichilemu, José Serafín López Lizana. López estuvo al mando de la municipalidad desde el 26 de mayo de ese año, en la primera Corporación electa tras la promulgación de la Ley de Organización y Atribuciones de las Municipalidades, de abril de 1934, dejando atrás un período de desorden político y administrativo que se extendió por siete años.
Las razones de su muerte son inciertas hasta ahora. Sin embargo, su breve administración edilicia tuvo bastantes frutos. Por ejemplo, se firmó la escritura de cesión del bosque, parque y terrazas con el representante de la Sucesión Ross, José Bianchi Molinari. También concretó la adquisición del primer plano de Pichilemu, acogiendo una presentación ante el Municipio, de la sucesión de Julio Duplaquet.
Por Decreto N.° 4.180 del 9 de octubre de 1935, el Presidente Arturo Alessandri convocó para el domingo 10 de noviembre a una elección extraordinaria de regidor para la comuna. Cinco días después, en sesión especial de la Ilustre Municipalidad, se intentó nombrar un Alcalde reemplazante, aunque no hubo acuerdo. Llenada la vacante dejada por López, por Armando Caroca Rojas, único candidato (electo con 279 votos), se procedió a designar al alcalde de la comuna en sesión del 1 de diciembre, siendo electo Humberto Llanos Martínez, por mayoría de votos de los regidores. Llanos, comerciante sanfernandino, se mantuvo al mando del Municipio hasta mayo de 1941, continuando después como regidor.
Dos hijos de Serafín López también llegaron a ser autoridad en la comuna: Alicia López Galarce, regidora entre 1953 y 1956; y Samuel López Galarce, entre 1947 y 1950.
