Un hombre de 41 años deberá pasar los próximos dieciocho tras las rejas, por los delitos de violación propia e impropia —15 años— y almacenamiento y producción de material pornográfico —3 años—, contra su propia hija, en un período de más de 13 años, desde que ésta tenía sólo 5 años.
La condena fue lograda gracias al trabajo multidiciplinario de psicólogos, trabajadores sociales y abogados del Centro de Apoyo a Víctimas de Colchagua y Cardenal Caro. La coordinadora de este centro, Alejandra Solís Arellano, destacó el trabajo que se ha estado realizando en el programa a favor de la víctima. “Lo importante es decir que en nuestra provincia, como lo es a lo largo de todo nuestro territorio, las víctimas no están solas”, indicó, agregando que “el mandato de la Presidenta Bachelet ha sido el de acercar los procesos de reparación y apoyo sicosocial y jurídicos a quienes han sido víctima de delitos violentos y es eso lo que hemos hecho ante este caso; estamos contentos porque una manera de reparar el grave daño sufrido es también el que el abusador tenga su castigo, por eso valoramos mucho el que la institución educacional haya derivado su caso a nosotros y que nuestros profesionales hayan trabajado duramente para conseguir una condena contra él”.
Por su parte, la gobernadora provincial de Colchagua, Carolina Cucumides Calderón, destacó el trabajo realizado por el centro de apoyo, “que está destinado a contribuir en la reparación de los daños ocasionados por la vivencia de un delito violento, es por ello que el contacto rápido, gratuito y oportuno que tienen las personas afectadas por dichos delitos, acá reciben una atención integral y especializada”. “Hoy, a raíz de esta noticia, conocemos que además con excelentes resultados a favor de la reparación de las personas vulneradas en sus derechos; así como el apoyo sicológico y conseguir una condena ejemplar a los victimarios nos permite decir que las víctimas no están solas y que como Gobierno buscamos tener comunidades más seguras y reparadas en sus daños”, agregó.
El proceso judicial se comenzó a gestar luego que la joven víctima, hoy de 20 años, denunciara los abusos a su institución educacional y ésta la derivara al Centro de Apoyo a Víctimas de San Fernando; es así que el Centro de Apoyo a Víctimas conoció de las reiteradas vulneraciones que sufrió desde temprana edad, colocando los antecedentes ante el Ministerio Público y desarrollando de inmediato un plan de intervención y reparación de apoyo a la víctima.
Tras la formalización realizada al imputado, la justicia decretó dejar al sujeto en prisión preventiva, condenándolo luego de una larga investigación y juicio, a la sentencia de 15 años de presidio por el delito de violación propia e impropia, y a 3 años de presidio por el delito de almacenamiento y producción de material pornográfico.
