Alguera denuncia “robo” de receta de hamburguesa de cochayuyo; Julio Ibarra: “Me da un poco de risa la situación”

La alguera Soledad Vargas fue premiada en la pasada Fiesta del Cochayuyo por su tortilla hecha con esa alga.
La alguera Soledad Vargas fue premiada en la pasada Fiesta del Cochayuyo por su tortilla hecha con esa alga.

Soledad Vargas Rojas, creadora de la tortilla de cochayuyo y miembro del Sindicato de Algueras de La Puntilla de Pichilemu, señaló al periódico El Faro del Secano que la Cámara de Turismo habría “robado” su receta, y que esta organización “debió reconocerla como una de sus implusoras de la hamburguesa de cochayuyo”. Vargas obtuvo el primer lugar en la pasada versión de la Fiesta del Cochayuyo, en la cual el chef Marcos Carreño fue jurado del concurso gastronómico; Carreño, junto a Julio Ibarra, presidente del gremio y exgobernador de la provincia de Cardenal Caro, lanzaron a comienzos de este mes la “innovadora” hamburguesa de cochayuyo, en una presentación difundida por varios medios de comunicación nacionales.

“Lo ideal es que hubieran invitado al chef y a mi, porque él nos pidió la receta y nosotros inocentemente se la dimos. ¿Cómo vamos a salir de la pobreza, si inventamos algo y no lo valorizan? No me voy a hacer millonaria, porque no tengo el cartón de chef, pero tienen que incentivarnos. Ellos salieron como que la inventaron, además salieron con el licor de cochayuyo, que era el que yo hice, y sali tercer lugar tambien como el viagra marino,” contó Vargas al Faro del Secano.

Zapallo italiano, ajo, zanahoria, pimentón, huevo, harina y cochayuyo son los ingredientes con los que Vargas preparó su tortilla de cochayuyo. La versión del chef Carreño excluye sólo al zapallo italiano. “Así uno nunca más va a participar en nada, por que los chicos, son chicos, y los grandes, los pisan,” añadió la alguera.

Por su parte, el presidente de la Cámara de Turismo Julio Ibarra señaló a una radio local que la situación le daba “un poco de risa”, “lo negativo hay que transformarlo en positivo”. “Hay una desinformación tan grande (…), en el restaurant Azul Marino se produce la hamburguesa hace años en la carta, ¿de qué estamos hablando?”, dijo Ibarra.

“Nosotros, como Cámara de Turismo, no estamos por quién hace las recetas, nosotros lo que hacemos es invitar a los turistas es a compartir esas recetas y a comprarnos esos productos, porque el llamado de la noticia -ojo, que eso es lo que la señora está confundida, y yo le quiero aclarar con mucho respeto- nosotros lo que inventamos fue una noticia, un ícono de la hamburguesa,” añadió, complementando: “Hablemos las cosas como son. Uno tiene talento, y el talento de este presidente -perdone la falsa modestia- es saber moldear íconos para Pichilemu.”

-¿Por qué pasa esto ahora, a su juicio, con esta vecina?
“Yo por cierto creo que es un poco de celos, tal vez la señora, a lo mejor le hubiera gustado… tal vez yo cometí el error de no invitarla. Si la hubiera invitado a ella… pero, mire, la niña Rosita, que cocina, que ella es maestro de cocina, es la esposa del señor chef, ella ese día no pudo, tenía un compromiso, y acompañó el marido. Pero ella de hace meses que viene haciendo esta hamburguesa, y no tengo por qué dudar que la señora también hace… oiga, ¿usted cómo prepara los porotos granados?  Usted muele el choclo, le echa un poco de esto, un poco de esto otro, y hace la fórmula y la adapta a cada uno, la moldea como quiere, pero usted, aquí, claro para el que sabe, para el que escucha, sabe que yo lo que estoy diciendo, lo que nosotros vendimos fue el ícono de contrapunto de la hamburguesa grasienta que se vende en todas partes. Y no es otra la noticia.

¿Y cual era la noticia? Sabe que estamos haciendo una campaña para que todos los dueños y locatarios del gourmet criollo vendan cochayuyo. ¿En qué forma? De diversas formas. La noticia, la que atrajo a todos los medios de comunicación, por lo que yo entiendo, por lo menos donde yo he estado, ellos están felices porque si quieren me sumerjo, no lo hago más. Ya, yo no participo de ninguna cosa más, porque esto es un acto voluntario, altruista, que no tiene otro fin más que colaborar.

Algunos, y quiero decirle con todas sus letras -mire que transparente- si alguno piensa que yo quiero ser candidato a alcalde, concejal por Pichilemu, le doy firmado que no quiero ninguno de esos cargos porque no me interesa. Yo tuve, ocupé un cargo de representante del Presidente de la República, y por cierto no tengo “candidatitis”. Ahora, si el que piensa que yo voy a ser candidato a alcalde o candidato a concejal, desde ya les digo que está equivocado, se los juro por mi madre. Yo si quieren que siga colaborando, encantado, y si tengo que aclararle el punto a la señora, feliz, disculpe señora de no haberla invitado, y si usted tiene una receta, que rico, compartala con todos, y un reconocimiento no solamente a ella, a todos los que cocinan algas marinas que es nuestro ícono.

Oiga, si somos los productores más importantes del país de cochayuyo, y ¿sabe lo que yo quiero? Que ninguno de los viejos que están sacando el cochayuyo que se los están pagando a 400 pesos, me gustaría que se los paguen a 750. Y la única manera de darle valor agregado es hacer lo que se está haciendo en Navidad, que tengo un profundo orgullo, que lo comparto con el ex CORE que está trabajando en la Gobernación, porque también a mí nunca me ha gustado vestirme con ropa ajena.

– A propósito de las visitas que tuvimos el fin de semana, ¿qué pasó finalmente, la gente consumió hamburguesas en locales comerciales? ¿Qué datos tiene usted?
Nosotros partimos, porque estos proyectos parten de a poco, quiero agradecerles a Marley Coffee, que está vendiendo sandwich de cochayuyo, agradecer al señor Cabrera, miembro de la directiva, que ha puesto a disposición toda su infraestructura, un dirigente de lujo Cabrera, lo digo con orgullo. Oiga, el equipo de trabajo con el que yo me estoy rodeando hoy día es de película, José Donoso, en fín, la Hostería la Gloria…

Se vendió hamburguesas de cochayuyo en el fin de semana largo, se vendió en Cáhuil, la mamá del señor Martínez también estaba vendiendo. Estuvimos vendiendo en cinco locales, y quiero decir que el llamado, y quiero aprovechar lo negativo a lo positivo. Oiga, sabe qué amigo que se dedica a vender alimento, por favor agregue a la carta, queremos darle valor agregado al cochayuyo, que los algueros no ganen 400 ni 500 pesos por un atado, que ojalá usted se lo compre a 700 pesos, que entendamos que el cochayuyo es un patrimonio de todos, y yo solamente con mi equipo de trabajo, no quiero ser, porque si yo no hubiera tenido el trabajo de la directiva tampoco resulta.

Y tenemos montón de ideas más que vamos a echarlas andar, pero con cariño, y si a veces uno se olvida… ¿sabe lo que pasa? A veces uno habla, la Cámara de Turismo somos pocos los que participamos, no tenemos una gran convocatoria, hay 20 empresarios que participan de 140, no pagan las cuotas y tenemos que estar poniendo plata de nuestro bolsillo. A mi me cambió la historia, y eso yo lo reconozco, cuando era gobernador tenía camioneta, tenía celular, tenía de todo, hemos querido seguir sirviendo, ayudando, colaborando, y hoy día yo me siento identificado con el turismo, con mis pares. (…) Si no fuese por los medios de comunicación, no tendría idea nadie de lo que estamos haciendo.

Yo quiero hacer un llamado, ojalá “El Rancagüino” que va a publicitar, y va a tirar esta noticia en unos días más, lo vea como nosotros, en una forma positiva, porque yo de una cosa estoy conciente: yo creo que el 90 por ciento de Pichilemu está de acuerdo conmigo, qué importa quién haga la receta. Y si la señora lo hace la felicito. Si aquí lo que importa es vender a Pichilemu, vender a Cardenal Caro, vender las costas de la Sexta Región, y el que me diga lo contrario, no tendría nombre para darle una determinación.”

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