Mientras tanto, en Pichilemu, la alerta de tsunami causó pánico entre la gente. “Me recuerda del 4 de octubre del ’94 [hubo un terremoto aquel día en Rusia, provocando un tsunami por el Pacífico], cuando tuvimos que dejar todo e irnos al cerro o a Santa Cruz”, contó un pescador a este medio.
Las escuelas ejecutaron el plan Daisy (oficialmente el Plan de Seguridad Escolar y Evacuación Integral Francisca Cooper), durante la mañana de viernes. El plan Cooper se llama así por Francisca Cooper, quien falleció en Indonesia tras el tsunami de 2004.
Durante la tarde, gente que residía cerca del borde costero, así como dueños de locales, restaurantes y quioscos comenzaron a retirar sus pertenencias, debido al potencial daño que el tsunami podría causar. Carabineros no permitieron el paso de automóviles por la Avenida Costanera, especialmente cerca de la Gobernación Provincial; sin embargo, curiosos a pié pudieron observar las fuertes olas que azotaban la costa de Pichilemu antes del eventual tsunami. El mirador Ross fue usado para aquel propósito, hasta que funcionarios de la PDI instaron a la gente a que abandonaran el lugar por “ser peligroso”.
Alrededor de las 16:30 horas, el intendente de O’Higgins, Rodrigo Pérez Mackenna, llegó al estadio municipal de Pichilemu en helicóptero, para informarle al alcalde Roberto Córdova y a otras autoridades de las acciones a seguir, según se reportó.
Los pescadores se llevaron sus botes lejos de la playa. “No quiero perder el bote de nuevo, ya nos afectó el terremoto del 27 de febrero y no quiero que me pase de nuevo; aún tenemos tiempo”, señaló Manuel González, un pescador.
Cerca de las 21:30 horas, fuertes precipitaciones comenzaron a caer sobre la ciudad. La mayoría de las personas que evacuaron al cerro La Cruz se devolvieron a sus hogares, a pesar de que muchos de ellos estaban demasiado cerca de la playa como para ser seguros. Algunos prefirieron quedarse en refugios especialmente proveídos por el municipio: el gimnasio municipal y la escuela básica de Pueblo de Viudas. Fabricio Cáceres Jorquera señaló en Canal 3 Pichilemu que “la gente debe estar tranquila”, y que el tsuami “no será peor que el del 27 de febrero”. Personal de Carabineros de Pichilemu, Bomberos y la PDI patrullaron siempre las calles de la ciudad.
Pacientes del hospital de Pichilemu, ubicado alrededor de 100 metros de la playa, fueron trasladados temporalmente al liceo Agustín Ross Edwards.
Las olas de tsunami finalmente llegaron a Pichilemu alrededor de las 3:30 am del sábado, dañando algunos quioscos que estaban demasiado cerca de la playa. En Playa Hermosa, cerca de tres kilómetros al sur del centro de la ciudad, el tsunami incluso alcanzó algunas casas y cabañas, pero no causó daños. Algunos reportes en la Radio Entre Olas señalaron que el tsunami alcanzó 70 metros tierra adentro. Según Hernán de Solminihac, ministro de obras públicas, la caleta de pescadores de Pichilemu sufrió daños menores.
La alerta de tsunami fue levantada en la mayor parte de Chile excepto “Arica, Iquique, Antofagüasta [sic], Caldera, Constitución, Talcahuano, y Lebu,” por el presidente Piñera a las 10:45 del sábado.
El gobernador de Cardenal Caro, Julio Ibarra, dijo que “alrededor de diez mil personas fueron evacuadas en Pichilemu a Pueblo de Viudas o al cerro la Cruz”, y que el tsunami estuvo “a solo metros de afectar al edificio de la gobernación provincial”.
