PRIMERA PIEDRA EN EL NUEVO INTERNADO MUNICIPAL DE PICHILEMU

Intendente Rodrigo Pérez y alcalde Roberto Córdova pusieron “primera piedra”

PRIMERA PIEDRA EN EL NUEVO INTERNADO MUNICIPAL DE PICHILEMU

–     Las obras se iniciaron hace un mes con un costo de más de 600 millones de pesos, 300 de los cuales los donó la empresa Pepsico.

–     El edificio en construcción –se informó- corresponde a los que usarán los estudiantes de enseñanza básica. En tanto, el término de las obras se consultan para fines del mes de abril.

Según las circunstancias, la razón no siempre triunfa y pueden pasar años para que se reconozca –o al menos, se acepte la “razón desechada”- como lo que acaba de suceder en la comuna pichilemina, al “ponerse la primera piedra” del nuevo internado municipal de Pichilemu, por parte de autoridades regionales, provinciales y comunales.

En efecto, estas obras –ya en marcha- son para reubicar el Internado Municipal pichilemino, que si bien NO SE HA CAÍDO, está en zona de riesgo en la Avenida Costanera, a escasos metros del mar. Al igual que servicios públicos y casas habitaciones de servidores públicos; lo que en más de una ocasión dijimos que ese sector no era el adecuado –por el alto riesgo- sino más propio para que ahí existiera infraestructura turística.

Pese a que, entre otras ocasiones, lo planteamos directamente al ex Intendente Raúl Herrera y a algunos Consejeros Regionales, en una reunión entre ellos, alcalde y concejales de cada comuna de la provincia, en la Gobernación Cardenal Caro, su respuesta –a una comunicación escrita formal enviada posteriormente- fue receptiva e instó a presentar un proyecto en ese sentido, pero el Concejo Municipal no “lo pescó”, como muchas otras iniciativas que quedaron archivadas y planteadas en las sesiones municipales planteadas entre los años 1996 y 2004.

Si en cambio, aunque más tarde que temprano –como lo que sucede hoy con el nuevo Internado- se aceptó la idea de construir una nueva Escuela para implementar la Jornada Escolar Completa, JEC, construyéndola en un sitio que se adquirió tras desprenderse de otra propiedad indicada en ese minuto.

Ello sucedió  en la sesión del Concejo Municipal –con la presencia del Director Provincial de Educación de entones, Mauricio Verón Salinas- para ver, precisamente, cómo se resolvía el tema de que en el Radio Urbano se implementara la JEC.

La respuesta del alcalde de entonces, Jorge Vargas, fue que no había dinero para adquirir un terreno. Y ante ello, dijimos que si bien no había dinero en ese momento, sí había propiedades como para prescindir de ellas, como fue la manzana 54, en el sector de la Terraza. Y cómo ello era una real posibilidad se tomó el acuerdo municipal de llamar a una Licitación Pública.

La mejor oferta fue de 50 millones de pesos y se le adjudicó al empresario rancagüino Alcántara, quien años antes también había se había adjudicado otra propiedad municipal cercano al lugar.

Con ese dinero se adquirió una hectárea de terreno y ahí con recursos del F.N.D.R. se construyó el edificio donde está actualmente el Colegio Municipal denominado “El Divino Maestro”, pero más conocida por la escuela “Los Pitutos”.

El excedente del dinero, cercano a los 40 millones se fue “en pura paja molida” para decirlo en forma elegante. Lo único útil fue la adquisición del terreno señalado, lo que igualmente nos dejó satisfecho por cuanto resolvió un problema mayor.

Las nuevas poblaciones que estaban surgiendo en el sector hacían imprescindible la existencia de un establecimiento educacional. Los niños hasta la construcción de la nueva escuela debían caminar varias cuadras con el evidente peligro de atropello, por cuanto la calle más cercana y directa para llegar a la escuela “Digna Camilo”, era de intenso tránsito vehicular.

Hoy, nos congratula saber que el nuevo internado se construya cercano al existente establecimiento educacional.

Eso, además, da una doble seguridad a los padres de aquellos cientos de niños que llegan al Internado a estudiar desde los más de veinte poblados rurales de la comuna.

En más de una ocasión, estando en el Concejo Municipal, supimos de situaciones que revestían carácter de abusos en el Internado, también camino entre el Liceo y el Internado que quedaba distante a ocho cuadras más o menos. Y ante ello, volvíamos a reiterar –como solución definitiva- que se impulsara la construcción de un nuevo Internado más cercano al Liceo “Agustín Ross” o a la Escuela “Digna Camilo”. Como cada vez que se trató que el Internado era insuficiente para recibir al creciente número de estudiantes que requerían llegar ahí para seguir estudiando su educación media.

En esas ocasiones, la mayoría optaba por cruzarse de brazos o votar para que se AMPLIARA en Internado en el mismo lugar. Tuvo que ocurrir un terremoto y un maremoto para que “les cayera la teja”.

¡¡En buena hora!!, FELICITAMOS a quienes aprobaron –finalmente- el construir una obra como esta en zona segura.


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