LA DC DE AYER Y HOY EN PICHILEMU: UN FIASCO VERGONZOSO

LA DC DE AYER Y HOY EN PICHILEMU: UN FIASCO VERGONZOSO

Intentamos hacer un resumen del año 2007 con lo ocurrido en Pichilemu, en todos los aspectos, pero optamos finalmente -por razones de tiempo- a hacer un parangón entre lo sucedido en la DC y lo que ocurrió en Pichilemu porque hay una relación importante, aunque a algunos cueste encontrársela, pero estamos seguros que al culminar nuestra nota, coincidirán aunque no un cien por ciento, en un buen porcentaje.
A estas alturas, en el partido que dirige la senadora Soledad Alvear parece todo solucionado con la expulsión de Adolfo Zaldívar. Expulsión que ella pidió al Tribunal Supremo por diversas razones estimadas “graves”- tras votarse en el Senado la Ley del Presupuesto 2008 y donde Zaldívar votó en contra de la partida que daba recursos para el Transantiago. Al igual que otros senadores -fuera de la Concertación- y de la Alianza.
Pero pese a que el “revoleteo” ha cesado aparentemente, la olla DC sigue y seguirá en ebullición porque no solo el senador colorín es el causante de la discordia allí. Hay otros factores que no se acabarían ni echando a todos los parlamentarios. En estricto rigor si fuera por echar a ciertos militantes, quedarían muy re pocos indemnes. Y eso es culpa de los círculos de poder que “conviven” allí -como en otros partidos, en todo caso- por el gustito de estar y permanecer en el PODER.
Acaso el senador Navarro no debiera haber sido echado del PS cuando ha tenido actitudes y acciones tan “graves” como las de Zaldívar, por dar solo un ejemplo. Pero qué ocurre, Escalona pese a que se ve “tan férreo” contra sus adversarios políticos, se le caen los pantalones para actuar en contra de los suyos. Se podría concluir que es estrategia para que no se le desmorone el partido, pero para otros eso tiene otra lectura: “no se la puede para frenar al senador chascón y fanático de Chávez, el revolucionario bolivariano; pero se olvidan que fue un golpista ….
Pero sigamos. Lo que pasa en la DC es por el afán ciego de mantener en el “partido” a cuanto militante sea si eso la hace poderosa y le trae réditos electorales, no importando quién y cómo se maneja el camarada, aún -a veces- actuando en contra de los propios camaradas.

LA DC Y PICHILEMU
Y aquí llegamos a Pichilemu. Pues conviniendo en que todo ciudadano -y en el caso de los Partidos, todos los militantes- tiene derecho a ser candidato en una elección popular, con el advenimiento de la democracia el PDC le dio la oportunidad a un joven militante que -según decían y así se vio- tenía mucho futuro, para que fuera candidato en las elecciones municipales del año 1992.
Logró la segunda mejor votación. Sin embargo, no hubo mayoría que posibilitara llegar a ser alcalde.
Estando de concejal DC, el año 1995 postuló a la vez a ser presidente provincial de la DC. Sin embargo junto a un nutrido grupo de militantes DC, al verse perdidos en la elección, urdieron un complot “maquiavélico” en contra del otro candidato al mismo cargo. Falseando actas, haciendo desaparecer votos del contrincante y reemplazándolos por votos de él, hicieron creer -en un momento- que el ganador de la elección para el cargo era Jorge Vargas González.
Tanto el senador DC Nicolás Díaz y el diputado DC Juan Carlos Latorre, como el dirigente nacional Rafael Moreno (ex senador y actual embajador en Inglaterra) fueron informados de uno y otro resultado, lo cual provocó tal cúmulo de contradicciones que se solicitó una investigación al Tribunal Supremo de su partido.
Tras esa investigación, el TS logró concluir el papel exacto que a cada uno de los involucrados le cupo en el complot; datos que tenemos en forma íntegra, pero que por lo extenso omitiremos por ahora, determinaron el castigo para cada uno de quienes resultaron responsables de este FRAUDE ELECTORAL, realizado en la comuna de La Estrella.
Nos remitiremos solo a los militantes DC pichileminos con más “pedigree”: Jorge Vargas González SUSPENDIDO de todo derecho de militante por el término de un año y medio. Con una pena similar resultó el militante DC Hernán Garrido Salas (actual concejal por el PPD).
Sin embargo, el año 1996 se LE LEVANTÓ la sanción disciplinaria al militante Jorge Vargas González (antes que la cumpliera, obviamente) para que éste pudiera inscribirse como candidato a concejal en las elecciones municipales de ese año; donde finalmente resultó electo alcalde.
La DC obtuvo así un gran triunfo con su militante Jorge Vargas al ganar una alcaldía más para su partido. ¡Eso era tremendamente importante!
Ese triunfo “limpió y borró” todos sus antecedentes.
No pasó mucho tiempo y el Sr. Vargas estando ejerciendo como alcalde, se “sentó” en una resolución judicial al extenderle -en su calidad de Juez de Policía Local- por tres veces consecutivas un Permiso Provisorio para Conducir a un vecino pichilemino que estaba sancionado por la justicia.
Estuvo alejado por casi un año mientras duraba el proceso judicial por esta acción, sin embargo la Justicia lo declaró inocente por no haber tenido la intención de cometer dolo, sino fue un acto propio de su inexperiencia y afán de ayudar al prójimo.
Lo raro de todo esto, es que la secretaria del Juzgado de Policía Local, Gabriela Torrealba fue condenada con cárcel, pese a que ésta le advirtió en las tres ocasiones de la gravedad de suscribir un documento a una persona que está sancionada por un Juez letrado. El hilo se cortó por lo más delgado (pese a que la secretaria era una camarada o simpatizante DC, ex colaboradora de un distinguido abogado DC de Santa Cruz).
Pero -ojo- fue crucial la cantidad de firmas que la defensa acompañó al Tribunal, donde vecinos recién salidos de Misas dominicales “fueron invitados” a firmar y declarar IRREPROCHABLE CONDUCTA ANTERIOR.
Pero no es todo aquello, en estos listados firmaron obispos, curas, frailes, parlamentarios gobiernistas y de oposición.

DEBACLE
Durante el año 2007 que acaba de finalizar -por fin- fue separado del cargo de alcalde el Sr. Jorge Vargas González, tras ser sentenciado en primera instancia -por el Tribunal pichilemino- segunda instancia -por la Corte de Apelaciones de Rancagua- y en tercera por la Corte Suprema de Justicia por el delito de Cohecho, en un juicio que “alargó” su defensa por casi cuatro años.
Paralelamente se sustanció un segundo juicio por Presentar Testigos Falsos en el juicio anterior y “haber inducido a falsear declaraciones de los testigos” como quedó demostrado en el Juicio Oral y que fue difundido radialmente -en un hito inédito en el país- gracias a la gestión transparente que permite la reforma procesal penal.
En este caso también fue sentenciado y las apelaciones -todas- resultaron fallidas.
¿Qué pasó luego?
El 27 de Julio de 2007 el Concejo Municipal fue convocado para elegir un alcalde suplente. Resultó electo, el concejal DC Víctor Rojas -donde tuvo “especial” actuación el parlamentario DC del Distrito 35- y el 12 de Septiembre -a raíz de una denuncia en la Fiscalía- se le formalizó por diversos delitos junto al concejal Hernán Garrido Salas -PPD, ex DC- además del ex alcalde Vargas, y a los funcionarios Gerardo Rubio Contreras y Francisco Vidal Arraño, Jefe de DIDECO y Administrador Municipal, respectivamente, quedando con medidas cautelares por el término de 100 días (que se cumplieron el 23 de diciembre pasado). Este plazo se amplió para el 8 Jan 2008, por encontrarse el Juez Titular de vacaciones, según se ha informado.
Tras este nuevo “numerito” de las autoridades municipales, asumió como Alcalde subrogante el funcionario Gustavo Parraguez Galarce por un plazo de 45 días según lo indica la ley. Vencido este plazo -que pasó “sin pena ni gloria”- se convocó en nueve ocasiones a reunión extraordinaria para elegir un alcalde suple
nte, pero con el argumento de no existir claridad con el “quórum” (habían dos miembros del Concejo inhabilitados para participar en la elección), recién en el mes de noviembre se celebró esta sesión SIN ESOS DOS CONCEJALES INHABILITADOS, resultando electo el concejal independiente Marcelo Cabrera Martínez.
A poco andar -paralela a una gestión con varios efectos “mediáticos”- el funcionario Gustavo Parraguez Galarce destapó otro escandalillo -pudiéndolo hacer mucho antes, incluso siendo alcalde subrogante- al poner una denuncia en contra del nuevo alcalde suplente Marcelo Cabrera y del concejal Héctor Cornejo Galarce por boletas adulteradas, presentadas en rendición de cuentas de viajes a ciudades del país en el ejercicio de su cargo.
Una investigación que sigue su curso en la Fiscalía y que puede culminar con la formalización del actual alcalde Cabrera y del concejal Cornejo, si se llega a comprobar el delito, o cerrarse el caso si no hay méritos suficientes para levantar acusación en contra de los presuntos implicados.
Cabe señalar que el alcalde Rojas y el concejal Garrido no aparecen acusados en este caso; ya que ellos no han presentado rendición de cuenta de esos viajes, que también hicieron en el ejercicio de su cargo.
Por otra parte, cabe recordar que el funcionario de la Unidad de Control, Gustavo Parraguez ha dejado pasar muchas cosas tremendamente graves, sin que las haya denunciado jamás a la justicia.
A estas alturas cabe preguntarse, ¿si los mandamases del partido DC hubieran mantenido la sanción disciplinaria a su militante “estrella” de Pichilemu, el año 1996, estos casos hubieran podido evitarse o no?
Así las cosas, ¿tienen culpa o no, el mismo senador Zaldívar -que cuando asumió su primer período como Presidente- dijo que terminaría con las manzanas podridas? ¿Se le pasó una o quizás varias …? ¿No tienen ninguna culpa Moreno, Latorre, otros dirigentes regionales, provinciales, comunales?
¿Qué dice el senador Andrés Chadwick de su firma? ¿Qué dice el obispo, o quizás otros, que firmaron y afirmaron “irreprochable conducta anterior”?
Pichilemu ha pasado por muy malos momentos gracias a estos avales. Siendo católico, creo que ni todos los rezos y plegarias al unísono de aquellos firmantes harán que Pichilemu levante cabeza y recupere el tiempo perdido, porque “se terminarán las piedras, pero …” -a no mediar un milagro- seguiremos tropezando en las mismas piedras que nos volverán a colocar los mandamases de los partidos políticos.
Todos aquellos que de una u otra forma tienen enorme responsabilidad en lo que ha pasado en Pichilemu, siguen su vida como si nada hubiera pasado y, en algunos casos, aprontándose a seguir manipulando las masas.
Mientras tanto nadie de la comunidad ha oído siquiera un acto de contrición, un gesto, una explicación, por la actuación “non santa” de sus protegidos.
“Silencio en la noche,
Ya todo está en calma,
El músculo duerme,
La ambición descansa”, así dice la primera estrofa del Tango que compusiera Alfredo Le Pera y que inmortalizara el inolvidable Carlos Gardel.

La duda, es si verdaderamente “la ambición descansa” y las fuerzas del poder (y del mal) no siguen subterráneamente trabajando para imponer a sus hombres ….

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