GRANVALPARAÍSO -DE LA MANO DE SU DIRECTOR- NOS TRAE GRANDES VERDADES

GRANVALPARAÍSO -DE LA MANO DE SU DIRECTOR- NOS TRAE GRANDES VERDADES, QUE “PICHILEMUNEWS AYUDA A DIFUNDIR

Hoy tuvimos que dedicarnos más de lo normal, a otras funciones, y por ello, dejamos momentáneamente de lado nuestros envíos al servidor que alimenta este modesto portal de noticias.
Pero ya estamos nuevamente y, del portal más visitado de Chile: www.granvalparaiso.cl -un baluarte de la verdadera prensa libre, en el país- hemos encontrado un artículo que nos dice grandes verdades de lo que está pasando en “Chilito”. Lo invitamos a leerlo con absoluta tranquilidad.

¿Ineptos, corruptos y calzonudos quienes nos gobiernan?

No me arrepiento de motejar con tales calificativos a quienes traicionaron los valores de la Concertación y sólo se mueven en función de retener el poder

Leny van der Mersch, Francia (03/07).

ME LLAMA LA atención la cantidad de insultos que usted dirige a los que gobiernan el país; “tecnócratas arrogantes e ineptos”, “politiqueros corruptos”, “carentes de valores éticos”, “calzonudos”, “militantes del hembrismo”. Es posible que usted tenga toda la razón del mundo, pero si hace poco hubo una elección presidencial en Chile, ¿por qué usted no votó contra la coalición que está en el poder? Y si votó, ¿por qué perdió y ganaron los corruptos, ineptos y calzonudos? Sin duda que la democracia chilena es coja y defectuosa, pero hay que mejorarla cada día y luchar para que así sea. Forme un partido, recorra Chile, explique su verdad, convenza a los chilenos que a lo mejor comparten su inquietud, dé la pelea o cómprese un fusil y váyase a la montaña. No basta con escribir, por muy certeras sean sus palabras. Desde Francia le saluda muy respetuosamente su asiduo lector.

RESPUESTA DEL EDITOR
No me arrepiento en absoluto, estimado y asiduo lector, por los calificativos que he proferido en mis columnas respecto de quienes han estado dirigiendo el país desde 1990. Ellos han traicionado los valores y compromisos que movilizaron a la ciudadanía para luchar contra la dictadura. Ellos se han limitado a administrar con notable eficiencia, sin duda, el legado económico de Pinochet. Nuestro país nada tiene que envidiarle a los desarrollados en cuanto al nivel de vida que ofrece al 10% más rico, pero que tras 17 años de gobiernos de la Concertación sigue mostrando una monstruosa concentración del ingreso y las oportunidades, semejante a la de una nación tercermundista.
Estamos insertos en un sistema en el que se distribuyen amablemente el poder una Concertación que ha abominado en la práctica de sus principios y una Derecha que disfruta de la mantención de un modelo económico que le brinda siderales utilidades y que le asegura una cuota de poder político bastante apreciable. Tan bien defendidos están los intereses del gran empresariado nacional y extranjero, que sus principales exponentes no tienen mayor interés en jugárselas a fondo por llegar a la Moneda.

En este escenario, las hembristas y los calzonudos que le sirven de tontos útiles han logrado convencer a buena parte de los chilenos de que los conflictos de interés en la sociedad, entre los dueños del capital y los que no tienen nada más que sus manos y escasas destrezas, es un cuento de los marxistas y que ahora lo único que importa es la lucha entre los sexos. Las enormes diferencias socioeconómicas quedarían saldadas en caso de que las mujeres tuvieran acceso a los beneficios y ventajas de que disfrutan los varones en general, entre Andrónico Luksic, Ricardo Claro y el obrero Juan Pérez Huinquilao. Como si Chile pudiera dividirse, en términos socioeconómicos, entre varones y mujeres. Con ello escamotean los verdaderos conflictos que hay al interior del país, pero halagan a tanta mujer liviana, no de casco, sino de cerebro.

Acerca de la ineptitud de nuestros gobernantes, me parece que los puentes que se caen, que las obras públicas que muestran avanzado deterioro a poco de haberse inaugurado y el Transantiago, son muestras más que suficientes de las muchas que hablan de ineficiencia y corrupción.
¿Valores éticos? ¿Valores éticos existen en la forma en que se asignan las becas Presidente de la República? ¿En la forma en que se diseñan paquetes económicos que benefician fundamentalmente al gran capital, en la mantención de un sistema tributario? Digamos que éste último es estructuralmente inicuo porque hace recaer los costos de financiamiento del Estado, básicamente sobre los pobres, al tiempo que beneficia con un trato de excepción a las trasnacionales mineras que saquean nuestro cobre. ¿Existen valores éticos en la decisión de otorgar, sólo el año pasado, 1300 millones de dólares adicionales, con cargo a las ganancias de Codelco del año 2006 únicamente, a las Fuerzas Armadas? ¿Por qué no se ha modificado la Ley reservada del cobre, otra de las tantas herencias del señor Pinochet, cuando hace 17 años que dejó la Moneda y él está muerto e incinerado?
¿Que por qué ganaron ellos la elección presidencial en la segunda vuelta a comienzos de 2005? Bueno, porque la Derecha no está demasiado interesada en conseguir la totalidad del poder político, ya que teme que en tal evento la Concertación podría empezar a hacerle oposición y a reiniciar las movilizaciones sociales. En segundo lugar, también podríamos recordar que el pueblo norteamericano reeligió a George W. Bush y fue también el pueblo el que llevó en elecciones libres y democráticas a Adolf Hitler. Así que los éxitos electorales no dicen mucho acerca de la solvencia moral o de la conducción de un régimen.

La existencia de una amigable colaboración entre la Derecha, con todo el poderío económico e ideológico con que ella cuenta y la Concertación, por un lado, y el manejo magistral del aparato comunicacional, por el otro, son los dos factores que explican la permanencia en el poder del bloque que sustituyó a la dictadura de Pinochet. La circunstancia de que la Concertación siga gobernando no prueba, pues, absolutamente nada, aparte de que durante estos años esa coalición se las ha jugado por desmovilizar a la gente y por promover la farandulización del país, de modo que los chilenos seamos cada vez más consumistas y espectadores, y menos ciudadanos.
Esta democracia coja y defectuosa, como usted la califica, es una democracia de pacotilla, de utilería, en la que pese a las proclamas de la señora Presidenta, los ciudadanos no son escuchados ni tomados en cuenta; donde se juega con ellos, donde se los reprime con inteligencia, infundiéndoles temor a participar.
Ya estoy viejo para pensar en irme a las montañas con un fusil al hombro, aparte de que tampoco creo en las soluciones violentas ni en la vía armada; ni siquiera consideré esa alternativa en los tiempos de la dictadura, que perpetró tantos atentados contra los derechos más fundamentales de las personas. No soy político y sólo soy un veterano periodista, lo que puedo hacer es hablar y escribir, e incluso es probable que ya esté agotado de hacerlo y que el escepticismo y la desesperanza ante la traición que ha hecho la Concertación de sus principios y valores, me lleve a tirar la esponja, como decimos en chileno.

Respetuosamente le saluda Raúl Gutiérrez V.

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