¿Alguién puede discutir la calidad de deportista del jugador de Colo Colo, Matías Fernández que entre paréntesis, hoy juega su último partido para irse al Villareal, España- o del tenista Fernando González que varias semanas nos tuvo atentos a la pantalla? ¡Por supuesto que no!, son valores que nos enorgullecen a todos los chilenos y, seguramente, con la cuerda que les queda seguirán brindándonos satisfacciones. Sin embargo, tampoco se les puede NEGAR el gran méritio a las hockystas nacionales, las rojitas que los primeros días de octubre ganaron el título de CAMPEONAS MUNDIALES DE HOCKEY, título que quizás- nunca más se repetirá.
Ese título, jamás logrado por un equipo chileno de otro deporte, no fue suficiente para convencer a los periodistas deportivos del real valor de aquellas jóvenes chilenas.
¿Que era para deportistas individuales solamente?, ¿que la cacha de la espada, la pata de la guagua
?
En todo caso no hay vuelta. E insisto que el galardón a Matías Fernández es muy merecido, pero es la impotencia que surje como en muchos chilenos- de ver el doble estándar que tenemos como raza sobretodo de los políticos y de ciertos políticos- porque a salido a la luz que los ONCE MILLONES DE PESOS prometidos por la Presidenta de Chile, para cada una de las hockystas aún no se entregan. Y salen con una explicación que es para la risa: que debido al problema de corrupción en Chiledeportes aún no se puede entregar. Sí es por ese problema NO DEBIERA HABER PROMETIDO UN PESO, ya que el problema no viene de ahora, sino de mucho más atrás, o ¿Quiere decir que se robaron toda la plata de Chiledeportes?
Estas acciones equívocas no salen en la prensa formal, sino en aquella informal que se atreve a darlas haciendo uso de la libertad de expresión.
Veamos pues, lo que sale hoy en el Portal, www.granvalparaiso.cl, un artículo que refleja quizás- lo mismo que usted piensa sobre esta situación. ¡Brillante!!
Consejos para las hockystas campeonas mundiales
Si no quieren que las sigan basureando, conviértanse en amantes de futbolistas o en fieras, muestren las tetas o el culo o agárrense en una disco con alguna siliconada farandulera
José María Muñoz, sociólogo, Concepción
(23/12/06)
EL PAIS HA sido testigo nuevamente de la fragilidad de cutis de ciertos sectores concertacionistas en materia de géneros cuando el diputado opositor Monckeberg fue torpedeado, supuestamente, por calificar de mentirosa a la Subsecretaria de Deportes, señora Depassier. En seguida saltaron a su carótida varios personajes, entre ellos la diputada PPD (qué coincidencia) Adriana Muñoz, quien lo llamó prehistórico y machista por el vejatorio trato a las damas en cuestión, que a priori, y como todos sabemos, por tratarse de congéneres de la Santa Vírgen María, es imposible que guarden en sí el germen de la mentira para encubrir a sus camaradas en problemas.
El asunto es que eso sucede en nombre de la búsqueda de la verdad en Chiledeportes y de la defensa de la dignidad de mujeres representantes de la institución que encarna en teoría los valores deportivos del esfuerzo, la competición sana y el triunfo limpio. Sin embargo, otra vez, y en esta ocasión de parte de la prensa deportiva, las únicas campeonas mundiales que Chile ha tenido en su historia han sido nuevamente basureadas frente a todo el país, dando otro espectáculo de la tan criolla falta de reconocimiento al esfuerzo y el logro, sin desmerecer a Matías Fernández, quizás el mejor futbolista de América, pero que aún ni siquiera ha jugado en Europa, como las hockystas en España.
¿Dónde están los que rasgaron vestiduras por la dignidad de Depassier, esta vez, para decir al menos una palabra referida al humillante trato que se le ha dispensado a las campeonas mundiales de Hockey?, ¿y dónde, las inoperantes feministas de siempre que se quejan hasta de los comerciales de TV?, ¿dónde está Adriana Muñoz, ahora que no se trata de encubrir a ladrones, sino que de reconocer a las representantes de aquellos valores que el deporte promueve?
Lo que pasa es que a la prensa le importan más los matrimonios de las bataclanas y toda la picantería que rodea aquellos magnos eventos; como dijo una de las jugadoras, quizás en Marte las reconocerían por méritos antes que en su propio país. Acá en Chile es mejor preocuparse de defender la honra de los delincuentes y sus cómplices, hacer unos hipócritamente encubiertos Funerales de Estado para un criminal y ladrón reconocido en todo el mundo y descalificar con berrinches de inmediato al que pretende investigar más allá de lo permitido.
Algunos modestos consejo para las hockystas:
– Pónganse a pololear con jurgolistas fracasados.
– Hablen como pungas y utilicen este don para descuerar a los demás y ser consideradas “fieras”
– Métanse con algún “nuevo líder” de la política.
– Háganse alcohólicas, lloren para ser heroínas nacionales.
– Muestren las tetas y el poto o algo más, así, bailando como que no quiere la cosa (infalible).
– Cásense con delincuentes internacionales o ex presidentes corruptos
– Usen joyas robadas y lúzcanlas en la tele
– Protagonicen escándalos agarrándose, de las mechas en alguna disco “fashion” con alguna chana dorada del espectáculo.
Recurran a estas estrategias ya utilizadas, cómo no, y comprobadas por las verdaderas mujeres importantes en Chile para la prensa, las de la farándula. Un título mundial en deporte en Chile no les basta para ser las mejores para la prensa; menos para los politiqueros salvo que alguna de ustedes se haya robado la chueca en el último partido y esté en el PPD.
