Auspicios para llevar adelante la primera Escuela de Tenis, para menores, está solicitando el Club de Tenis Pichilemu, entidad que cuenta con el patrocinio del municipio local, el que gentilmente facilita las canchas ubicadas en el Bosque Municipal, tras casi catorce años de uso de unos pocos privilegiados.
La información la conocimos a través de un mail que fue enviado a diferentes medios de comunicación, como también a posibles auspiciadores.
El texto del correo electrónico, señala: La intención primaria es contar con su apoyo y definir las posibilidades de canalización y financiamiento para desarrollar este proyecto, la cual contempla la mantención de las canchas, pago a profesores y gastos de material a utilizar entre otros.
Más adelante, la nota indica que el auspicio solicitado consiste en un aporte en dinero mensual de $10.000= (diez mil pesos). A cambio, agrega el Club de Tenis que nosotros le reatribuiremos colocando banderas o pendones de su institución en las canchas de tenis. Además de propaganda vía Internet, afiches corporativos y a través de medios radiales, durante todo este año y el verano 2007″.
Explican más adelante que esta idea nace con el propósito de integrar a nuestros jóvenes y a los colegios de Pichilemu a inculcar hábitos de práctica deportiva en especial el tenis. Y remachan: Su apoyo ayudará a realizar el sueño de varios niños que luchan por optar por este deporte y nos contribuirá a hacer de estos jóvenes futuros profesionales.
TODO BIEN, pero
Sin duda, la iniciativa es destacable y desde ya estaremos atentos a seguir difundiendo las alternativas de ella, al tiempo que deseamos éxito en el desarrollo de esta Escuela de Tenis. Igualmente, instamos a los establecimientos comerciales de toda índole a que en la medida de los posible- apoyen esta iniciativa.
Sin embargo, no podemos dejar de señalar el magro apoyo municipal, que se remite al patrocinio y no a la ayuda para financiar aunque sea en parte- este programa deportivo.
Si hubieran pagado el derecho a ocupar las canchas de tenis algunos privilegiados que durante más de diez años vienen profitando de ellas, de seguro habrían recursos para organizar estas escuelas de tenis, e incluso campeonatos.
Y. si hubiera verdaderamente interés en el muncipio -en desarrollar este deporte- a través de proyectos, podrían dotar a esas canchas de camarines, duchas, servicios higiénicos, una cafetería, estacionamientos.
Para que ello ocurra, Pichilemu deberá seguir esperando tiempos mejores.
