MONUMENTOS NACIONALES SIGUEN CAYENDO A VISTA Y PACIENCIA DE LA COMUNIDAD: HOY FUE EL TURNO DE LA ES

MONUMENTOS NACIONALES SIGUEN CAYENDO A VISTA Y PACIENCIA DE LA COMUNIDAD: HOY FUE EL TURNO DE LA ESTACIÓN DE QUILLOTA

La vieja Estación de Ferrocarriles de Quillota CAYÓ hoy al suelo con la ayuda de maquinaria pesada; llevándose con ello el recuerdo de bellos encuentros y sentidas despedidas.
En efecto, así nos informa la escritora Viviana Sepúlveda Pino, con lazos afectivos con Pichilemu y que reside desde hace algunos años en la ciudad de las chirimoyas, Quillota.
Esta es una prueba más de cómo se cautelan los edificios que forman parte de la memoria colectiva de los pueblos. Y donde –según el funcionario de turno- tienen unos más valor que otros y actuando drasticamente según quien sea el destructor.
En días pasados el Secretario Ejecutivo del Consejo de Monumentos Nacionales, CMN, Oscar Acuña, de paso por Rancagua anunciaba las “penas del infierno” para los Padres Mercedarios, quienes –para prevenir daños a terceros- botaron parte de las murallas sur y poniente de la Iglesia La Merced (M.N.).
La denuncia del mal estado de las referidas murallas ya se había hecho; pero ante el peligro que revestían y demora en procura de repararlas, obtaron por botarlas; pero sin pedir pemiso al CMN. ¡¡Grueso error!!, porque ello les significará fuertes multas, según lo anunció Oscar Acuña en medios regionales.
A raíz de nuestra nota, publicada el sábado pasado, una fiel lectora nos ha escrito desde Quillota, donde nos refiere lo que está pasando allí.
Leámosla:

Bueno tu artículo Washington:

Lamentablemente, en todas partes “se cuecen habas”.
Lo digo por que, justamente hoy al mediodía, fui a comprar a una ferretería frente a la antigua Estación de Trenes de Quillota y pude presenciar cómo una máquina pesada estaba “echando abajo” la última muralla en pie de la misma. Monumento a los recuerdos y nostalgias del pasado.

Sé que nadie quería que se derribara, que el antiguo edificio se podría haber conservado y haberle dado buen uso: talleres artístico-culturales como ocurrió con la Estación de La Calera, por ejemplo.
Un tiempo se pintó de rojo, luego la pintaron azul. En fin, quién sabe que color político primó en la decisión, el cuento es que a partir de hoy día, la Antigua Estación de Quillota es sólo un recuerdo.

Ojalá el antiguo y querido Hotel Casino no tenga el mismo fin.

Paciencia y un cariñoso saludo,

VIVIANA SEPÚLVEDA PINO

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