“Seremos claros. No vamos a desperdiciar nuestro tiempo en competir comunicacionalmente con una empresa fantasma que ha comprado toda la región con publicidad. Si la empresa aguas araucanía no cambia su actitud en la manipulación, engaño y abuso publicitario que está haciendo, nuestra campaña irá contra el grupo económico que controla esta empresa: Los Solari, y nuestro objetivo será disminuir sus clientes en aquellas grandes tiendas de su propiedad”, señalan organizaciones mapuche y ambientales de la región de la Araucanía.
Organizaciones Mapuche y ambientalistas de la región de la araucanía están claros que se necesita un plan territorial sobre aguas servidas, que se requieren plantas, pero que esto no puede quedar a la libertad absoluta de una empresa privada que lo único que busca es el lucro generando graves consecuencias, indicaron.
Al respecto, consideran que las instituciones públicas siguen cometiendo los mismos errores causados con los basurales en la región, o con grandes megaproyectos fracasados de plantas de aguas servidas en la región metropolitana o como las industrias de celulosas en Chile, que han causado daños irreparables a la calidad de vida de miles de personas y serios daños a los ecosistemas en diversos territorios.
Para las organizaciones Konapewman , el colectivo de acción por los derechos ambientales, junto a la coordinación de familias y comunidades en conflictos ambientales, las plantas como van en la región, sólo serán una solución parche y artificial y los únicos que ganarán realmente será el grupo económico controlador de estas empresas: Los Solari.
Las organizaciones han señalado conjuntamente y de manera categórica: “Seremos claros. No vamos a desperdiciar nuestro tiempo en competir comunicacionalmente con una empresa fantasma que ha comprado toda la región con publicidad. Si la empresa aguas araucanía no cambia su actitud en la manipulación, engaño y abuso publicitario que está haciendo, nuestra campaña irá contra el grupo económico que controla esta empresa: Los Solari, y nuestro objetivo será disminuir sus clientes en aquellas grandes tiendas de su propiedad”
¿Quiénes son los Solari?
El grupo económico Solari es propietario de la principal multitienda en Chile (Falabella). S.A.C.I Falabella, tiene un valor bursátil de unos US$ 2.200 millones -que nació en 1889, y por muchos años se mantuvo únicamente en el negocio de las multitiendas. Sin embargo, en 1990 ingresó al negocio de los centros comerciales con Mall Plaza, en tanto que en 1993 la multitienda inició su internalización con una tienda en Mendoza, Argentina. Además, está presente en el rubro de las farmacias, ya que actualmente controla un importante porcentaje de la propiedad de farmacias Ahumada. En el área supermercadista la empresa controlado por la familia Solari mantiene hipermercados sólo en Perú, a través de un local llamado Tottus ubicado en Lima. Asimismo, mantiene una alianza estratégica comercial con otro importante grupo económico, los del Rio, como es en la sociedad filial en SODIMAC , quienes además son propietarios de una importante cadena de supermercados: San Francisco. .
Los solari ingresaron al mercado de las sanitarias durante el 2004, una vez que comenzó el proceso final de “privatización” de estas empresas en Chile. Los Solari aparecieron a través del holding Aguas Nuevas, grupo que se compone por las cinco ramas de la familia, encabezada por los hijos del principal, Reinaldo Solari -Carlo y Piero (Inversiones Megeve)- que tienen el 33% del consorcio Aguas Nuevas. También participan Juan Cúneo Solari, con un 22%, así como Sergio Cardone, Carlos Heller (hijo de Liliana Solari Falabella, además con activos en Parmalat), Juan Carlos Cortés (hijo de Teresa Solari) y Cecilia Karlezi (hija de María Luisa Solari), con un 11% cada uno, quienes por un monto de 6.538.853 UF, unos US$ 171 millones, adquirió el control sanitario de la primera, novena y duodécima regiones.
En la llamada Novena Región, varios han sido los conflictos detonados, principalmente con comunidades Mapuche. La empresa AGUAS NUEVAS a nivel regional se llama Aguas novena ejecutada en las plantas de tratamiento de aguas servidas por AGUAS ARAUCANÍA, quien deberá instalar en una primera etapa unas 17 plantas en diversas localidades, lo que, según han denunciado las organizaciones Mapuche y ambientalistas en esta región, afectará a más de 40 comunidades Mapuche y centenares de familias campesinas y vecinales “Porque aunque digan lo contrario, las características de la planta que se pretenden instalar causarán impactos negativos a las personas y los ecosistemas en los lugares de su ejecución, bajo la complicidad de autoridades públicas”, señala Konapewman y el colectivo de acción por los derechos ambientales, a lo que agregan “No pueden demostrar lo contrario, porque no hay estudios serios y la tecnología es inapropiada”.
Cuestionan ubicación de las plantas
Uno de los hechos de mayor preocupación para las organizaciones es la manera arbitraria y autoritaria en que se han definido los lugares de instalación. Para estas, la ubicación que se quiere dar a las plantas de tratamientos de aguas servidas, es una clara demostración de racismo ambiental y espacial “Una empresa viene desde afuera y los costos de sus inversiones lo llevan comunidades Mapuche y campesinos chilenos pobres. Eso es inaceptable”, señalan.
Las organizaciones argumentan que este comportamiento no es una coincidencia ni una acción fortuita, sino que forma parte de una actitud social y político: Racismo puro. Agregando que los grupos sociales más vulnerables en sus derechos serán los que tendrán que soportar las consecuencias y la contaminación al lado de sus viviendas, de sus caminos vecinales, al lado de los predios agrícolas y ganaderos, de sus escuelas, de sus recursos naturales, como el agua y bosques y de espacios sagrados. “En la novena región existen miles y miles de hectáreas desprovistas de población, pero por pertenecer a grandes grupos económicos estas no son afectadas. Eso es racismo e injusticia ambiental y social”, determinan.
Apelarán al poder del consumidor
Para Konapewman y el colectivo de acción por los derechos ambientales, por más fundamento que exista para exigir una redefinición de un verdadero plan territorial sobre aguas servidas, no pueden hacerle frente a la multimillonaria campaña de publicidad que está realizando la empresa en el región. Para más, aseguran, que la mayoría de los medios de comunicación en la región se han neutralizado con la compra de importantes espacios publicitarios. “Es decisión de cada medio saber de quién o cómo recibir losa dineros por avisos publicitarios, pero nos parece lamentable que varios de ellos no otorguen derecho a réplica o se cierren al derecho a la información o de informar sobre un tema tan importante para la región en una mirada mucho más profunda que la que muestra aguas araucanía”.
Por ello consideran que en vez de hacer frente a una empresa “fantasma” que según dijeron, muestra falsamente un rostro bonito, es preferible apuntar por medio de todas las redes posibles a quienes son los verdaderos responsables de este conflicto. “De no cambiar las actuales condiciones, todos nuestros esfuerzos a futuro deben ir apuntados al consumidor en aquellas cadenas de multitienda que son controladas por el mismo grupo que viene a esta región a causar graves conflictos: Los Solari”
“Por una cuestión de comodidad, la ciudadanía en general no se cuestiona a donde van a parar sus aguas servidas o sus fecas, o como éstas son tratadas y a quienes afectan. Pero si una importante cantidad de personas puede reaccionar, lo que correspondería entonces es hacer frente al grupo económico responsable de esto si se quiere cambiar las actuales condiciones, y nos parece legítimo que una campaña vaya dirigida al cliente de las grandes tiendas controladas por estos grupos, para que el consumidor castigue su comportamiento”. Agregan, “Si son centenares de personas en Chile las que toman el mismo camino, el consumidor podrá convertirse en sujeto de poder para incidir y poner fin a este tipo de políticas abusivas, aberrantes y racistas”, sentenciaron las organizaciones.
