Concurso para llenar cargos en el Departamento de Educación Municipal de Pichilemu -que estaba más arreglado que “carrera a la chilena”- fue abortado ante las evidentes y poco éticas consideraciones asignadas a las ponderaciones y puntajes a determinadas características que debían tener los (as) postulantes.
Y la verdad que -según quienes tuvieron acceso a las bases, profesores interesados en concursar- los cargos a “llenar” tenían prácticamente nombre y apellido; hecho que produjo la natural molestia en quienes tenían interés de participar, pero en igualdad de condiciones.
Esta situación obligó a las autoridades comunales a tomar la decisión de suspender el “concurso”, para elaborar nuevas Bases para un nuevo llamado, el que se deberá ser publicado nuevamente en un medio de comunicación.
La consulta no se deja esperar. ¿Quién asumirá el costo de esta nueva publicación? El Jefe del DAEM o el Alcalde Vargas, pues el “condoro” no tiene porqué asumirlo el municipio. Sin embargo, lo más seguro es que “pague Moya”, ya que históricamente los condoros de los funcionarios en este tipo de situaciones los pagan con “childritos” o en “cómodas” cuotas mensuales, si es que se llegan a tomar determinaciones de este tipo.
Pruebas al canto: Hace unos cuatro años atrás, funcionarios directivos del DAEM “se auto asignaron beneficios” que correspondían a profesores que estaban ejerciendo como tales y no en tareas administrativas, donde -por lo demás- reciben suculentos sueldos.
En aquella ocasión, fue una investigación rutinaria de la Contraloría Regional la que detectó esa irregularidad.
Pero como ya dijimos, lo que durante algunos años estuvieron recibiendo, “se lo fueron descontando a su cómodo gusto”.
Otra situación, que no deja de llamar la atención, es que cuando jubiló el anterior Jefe del DAEM, profesor Alfonso Apablaza Letelier, hace unos pocos años, el alcalde Jorge Vargas quiso llevar sin llamar a concurso a Hipólito Solano como Jefe del Daem. Ante ello, el Concejo Municipal le representó su molestia al alcalde Vargas y le sugirió que -si no quería darle la oportunidad a quien secundaba al Jefe del DAEM, profesor Jorge Fajardo- llamara a concurso.
Así lo hizo el alcalde Vargas, pero las Bases -igual que ahora, llevaban al cargo a su candidato- razón por la cual el propio profesor Jorge Gajardo se fue de queja ante la Contraloría Regional impugnando las bases; hecho que obligó a suspender el “llamado a concurso”.
El resultado de esto fue que, finalmente, el alcalde Vargas le dio la oportunidad a Jorge Gajardo, con el apoyo del Concejo Municipal.
A la luz de lo que estamos conociendo, algunos nos estamos preguntando si fue bueno o no darle este respaldo; ya que -si bien los problemas presupuestarios que vive el DAEM en este minuto, desde hace algún tiempo- no son de su entera responsabilidad; pues tiene un jefe -que es el Alcalde- no es menos cierto que su ductibilidad evidente lo hicieron víctima y victimario de la realidad educacional por la que está pasando la comuna, en cuanto a la administración municipal.
La cantidad de funcionarios en el Departamento de Educación -de acuerdo a la cantidad de cada establecimiento- no resiste análisis.
Los favores políticos prácticamente el 100% impuestos por el alcalde Vargas: una tónica de su nefasta administración, lo tienen sin embargo al borde de un “ataque de nervios”, ya que recientemente -sabemos- las ha emprendido con el Director Provincial de Educación, Mauricio Verón, por la fiscalización que esa dirección -cumpliendo con su labor- le ha extendido Multas por diversas irregularidades detectadas. Y que, como fiscalizador, no puede eludir o “mirar para el lado”, como pretende el alcalde Vargas, sobretodo cuando quiere eludir sus responsabilidades.
Uno de los argumentos usados por Vargas, en contra de Verón, es de enrostrarle su calidad de “afuerino”; sin embargo, cuando otros “afuerinos” se las llevan de abajo, los felicita, los enaltece, son los mejores.
El doble discurso de quienes no tienen argumentos, para justificar su actuar, una vez más queda en evidencia.
Lo único que falta -en esta comedia de equivocaciones- son las peroratas de los Honorables que -de cuando en cuando- salían por las radios locales defendiendo la gran labor del alcalde. ¿Dónde está el diputado Aníbal Pérez, el senador Rafael Moreno, o el ex subsecretario Juan Carlos Latorre?
¿Ya no les sirve, o no se quieren quemar con el Señor Vargas?, o se ¿han dado cuenta realmente de lo tan bueno que es?
