Hacienda El Puesto, 17 de Enero de 1917.
Sr. Director de El Marino, Pichilemu.
Señor Director:
Ha llegado a mis manos el primer número de El Marino, i tengo el agrado de felicitar a Ud. por el éxito de sus esfuerzos, revelado tanto en la buena presentación material, como en la forma culta i simpática como hace su entrada la Redaccion.
Como usted lo afirma, El Marino viene efectivamente a llenar una necesidad local. Pichilemu, merced al ferrocarril que avanza, —aunque poco, en relacion con nuestro nervioso deseo,— ya no es el de los tiempos de Miguelito Martinez. ¡Quam demutatus ab illo!….. ¡Qué distinto de aquello¡
Un cotidiano, como el suyo, es un alto esponente de civilizacion, que obtenido por suted, en favor de este balneario, nos obliga hacia usted mas a los radicados acá, que a los veraneantes de temprada. Inspirado en estos sentmientos de gratitud, satisfago mi impulso, enviándole esta palabra de aliento i espresándole mis buenos augurios para tan laudable empresa, en pro de los intereses rejionales.
Con verdadera satisfaccion, deduzco de los artículos publicados, que su programa de trabajo abarcará cuanto signifique bien local, i no dudo que, no obstante la discreta modestia manifestada en el primer número, podrá ser El Marino un portavoz mui eficiente que, ventilando los asuntos de importancia,—que traen consigo todo el porvenir de Pichilemu,—logre poner de relieve las aspiraciones de la poblacion, ante la vista de nuesrtra representacion parlamentaria, de las Oficinas administrativas i de nuestra Alcaldía Mnnicipal.
Me refiero a la terminacion de la vía férrea; al anhelado embarcadero, mientras al Tesoro Público no le sea dado acometer la construccion de un puerto definitivo; a la dotacion de agua potable, que comporta el saneamiento, que ya Higia ya reclamando en el sector urbano; al establecimiento de Matadero i de Mercado, e innumerables adelantos para el futuro, i deficiencias de la hora presente.
Ruego a Ud., señor Director, disponer de la suma adjunta, con que deseo incrementar la caja de “El Marino”, i coadyuvar en cierta manera a su tarea en bien de Pichilemu.
Soi de Ud., atto i S. S.,
Ernesto Iñiguez.
