A partir de noviembre, el Municipio de Pichilemu implementará una ampliación de las zonas de cobro de estacionamientos en la vía pública, medida que «busca ordenar el tránsito, mejorar la disponibilidad de espacios y poner fin a la presencia de cuidadores informales en el centro de la comuna».
El alcalde Roberto Córdova Carreño explicó que el aumento en la demanda de estacionamientos, producto del crecimiento turístico de la ciudad, hace necesario aplicar una regulación más amplia y moderna. “Pichilemu ha crecido muchísimo en los últimos 10 o 12 años. Hoy la afluencia turística es constante durante buena parte del año, y los pocos estacionamientos disponibles ya no dan abasto. Por eso tenemos que regular su uso de manera ordenada”, señaló.
El jefe comunal recordó que la iniciativa tiene un doble propósito: garantizar un uso más equitativo del espacio público y recuperar el control municipal sobre áreas que actualmente son ocupadas por cuidadores sin autorización. “Tenemos personas —muchas veces no residentes— que en temporada alta se instalan a ‘cuidar’ autos en las principales calles, algunos incluso con antecedentes. No podemos permitir que el espacio público esté tomado de manera irregular. Por eso, el cobro formal de parquímetros es una forma de ordenarlo y, al mismo tiempo, generar ingresos legítimos para la comuna”, explicó.
Según Córdova, las tarifas serán “muy por debajo del promedio regional”, con un valor estimado entre 18 y 19 pesos por minuto, mientras que en otras ciudades como Santiago o Rancagua el cobro supera los 30 o 40 pesos. “No se trata de un negocio, sino de un servicio regulado que nos permite mejorar la rotación de los vehículos y asegurar que quienes vienen al centro puedan encontrar estacionamiento disponible”, puntualizó.
La medida incluirá nuevas calles dentro del radio de cobro, destacando el tramo de avenida Costanera entre Cabañas Waitara y calle Millaco, zona donde la congestión y la presencia de cuidadores informales se ha vuelto habitual. En ese sector, el cobro comenzará en enero de 2026, coincidiendo con la temporada estival, mientras que el resto de las áreas entrará en vigencia desde noviembre próximo.
La concesión del servicio se extenderá desde el 1 de noviembre de 2025 hasta el 30 de abril de 2026, abarcando el periodo de mayor actividad turística. El alcalde aseveró que el sistema será una medida de transición, sujeta a evaluación tras la temporada de verano. “Queremos que la gente entienda que esto no es un castigo, sino una forma de cuidar nuestros espacios comunes y de dar un servicio más seguro y transparente”, concluyó Córdova.