De acuerdo a lo informado por pichilemunews, el terreno corresponde a un lote de la antigua Población María Luisa, que fue inscrito y legalizado mediante «argucias» en la década de 2000. El mirador había sido adquirido por el municipio de Pichilemu en los años 1960, y fue entregado en concesión a Enrique Romero Lorca, quien construyó la infraestructura allí ubicada. Más adelante la propiedad fue vendida a una sociedad, teniendo en décadas recientes dos otros dueños, quienes nuevamente lo vendieron por no fructiferar proyectos hoteleros.
El citado medio manifestó su sorpresa por la reacción que generó en la opinión pública la venta de dicho terreno privado, mientras que numerosos terrenos fiscales, entre ellos parte del bosque municipal, han sido apropiados por terceros sin la más mínima defensa de parte de la autoridad municipal, representada por el alcalde Roberto Córdova, quien ha sido alertado de aquello sin reaccionar.