Los siete en la carrera al poder

El TRICEL sentenció definitivamente que el actual alcalde de nuestra ciudad, don Roberto Córdova Carreño, está impedido de participar como candidato en las elecciones del 11 de abril próximo, ahora, no somos pocos quienes nos preguntamos sobre quién “haremos la rayita”, para que se siente los siguientes cuatro años en el sillón edilicio de Pichilemu. Por tanto, luego de la salida del incumbente, solo nos quedan siete en la carrera al poder.

Para analizar a carta cabal la gestión de Córdova necesitaríamos varias columnas, pero lo mínimo es recordar que antes de que asumiera como “alcalde de emergencia”, nuestra comuna era noticia a nivel nacional por encontrarse acéfala, debido a que dos ex alcaldes eran procesados por corrupción y tal era el desorden que hasta un personaje de la farándula criolla era candidata a alcaldesa. Llegado al poder Córdova, el gallinero se ordenó, y entre otras gestiones que deberán analizarse con la sabia perspectiva del tiempo, se vieron obras de infraestructura que nunca antes se habían visto en Pichilemu.

En los últimos años de su mandato, creció una oposición desperdigada en una serie de caudillos locales críticos de su gestión, que separaba aguas con los ciudadanos que sí apoyaban y respaldaban las decisiones del gobierno local. El TRICEL nos obliga a dar vuelta la página y preguntarnos: ¿En dónde se van a depositar los 4.435 votos que obtuvo Córdova, los cuales representan el 54,36% del total de votos de las elecciones municipales de 2016?

LOS SIETE Y LA CARRERA AL PODER: En primer lugar, nos encontramos con Marcelo Cabrera, “El Lavín de Pichilemu”, aparece en todos lados, autorreferente, populista y apasionado al punto de salirse de madres, va como independiente, pero desde su inicio en política estuvo ligado a la derecha, ex alcalde del periodo convulsionado, obtuvo 857 votos (10.5%), alcanzando el tercer lugar de aquellas elecciones de 2016, quien va a lograr algún porcentaje del voto populista de derecha.

En segundo lugar, Manuel Cofré, “El Laboralista”, ligado a asesorías del mundo sindical de los obreros del cobre. El PC debió nominar a un dirigente de base si quería competir en estas elecciones. Tiene el desafío de pugnar en una comuna siempre de derecha, donde va a tener que pasar mucha agua debajo del río para que un candidato comunista llegue a la alcaldía. Además, tiene el desafío de unir a la izquierda, al ser el único representante oficial de ésta para subir algún peldaño en la carrera. Sino, va obtener un mínimo de votos.

En tercer lugar, Julio Ibarra Maldonado, “El político tradicional”, fue gobernador entre 2010 y 2014 de nuestra provincia de Cardenal Caro designado por el primer gobierno de Piñera, fue o es militante RN, pero va “siguiendo la corriente” como independiente, ha postulado sin éxito a ser diputado y alcalde de Las Cabras. Va a obtener el voto tradicional y conservador de derecha.

En cuarto lugar, Pablo Martínez, “El candidato oficialista, esto es, del pacto de gobierno, militante UDI, de los pocos que se atreve a ir por un partido político. Ha sido concejal por un periodo y fue lanzado a los leones por los partidos oficialistas, ya que Hugo Toro (quien es el concejal con más votos y era el más lógico e indicado para enfrentar a Córdova por parte del oficialismo, por alguna razón, no lo hiciera y volviera a presentarse solo como candidato a concejal). De profesión Ingeniero Comercial, va a estar en el podio del conteo de votos (me la juego porque va a salir tercero o cuarto), ya que va a sufrir la fuga de votos desde el flanco derecho, por Cabrera e Ibarra.

Cristián Pozo Parraguez, “El delfín de Córdova”, me refiero a él de este modo por una expresión que en política quiere decir “el sucesor o continuador”, ya que así se denominaba previo a la Revolución Francesa al sucesor del rey. De profesión Kinesiólogo director del Depto. De Salud de la Municipalidad, quien en opinión de algunos propios CordovistasNo prendía mucho”, pero que en los últimos días luego de que el TRICEL dictaminara, y que tanto el propio alcalde como sus seguidores se hayan volcado en su apoyo, empieza a hacer más ruido y a marcar en el sentir de los ciudadanos. Si logra un gran porcentaje en el trasvasije de votos, va a pelear palmo a palmo el sillón edilicio.

Hipólito Solano Rubio, “El ex director del LARE”, de larga trayectoria en el liceo, va a obtener un mínimo de votos.

Jorge Urzúa García, “El nuevo en política”, de profesión periodista, es el único que no tiene una trayectoria en política o en el servicio público, lo cual ante el desprestigio de éstos viene a ser una virtud al representar lo nuevo, sin “yayitas” como otros candidatos, y aunque no es el más joven de los postulantes, sí por lo anterior, viene a representar a los más jóvenes de la ciudad. Se podría dar el fenómeno de René de la Vega en Conchalí o de Jorge Sharp en Valparaíso, ser la sorpresa y ganar.

LA FINAL, DOS EN LA PELEA: La alcaldía la van a disputar Urzúa con Pozo. El triunfo de uno u otro va a depender de dos factores, uno es de qué tantos jóvenes voten en estas elecciones, mientras más lo hagan, el triunfo será de Urzúa; y dos, de cuantos votos pueda traspasar Córdova a Pozo. Si son los 4.435 votos de 2016 y más, el triunfo será de este último. Usted decide.

PABLO CANALES SARAVIA.

Las opiniones vertidas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no necesariamente representan la visión de este medio de comunicación.

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