Según se informó preliminarmente por fuentes policiales, “hay una señora que está tras el fuego”. Las labores bomberiles fueron dificultadas inicialmente “por la falta de grifos”.
El incendio se habría generado en una bodega, “de dos metros cuadrados”, compuesta de material ligero en muy malas condiciones, propiedad de Gabriel Pacheco Llantén. Allí vive una pareja, integrada por Patricio Andrés Libertúa Ávila y Alejandra Campos Bustos.
Concurrieron dos unidades de bomberos con cerca de veinte voluntarios, además de dos carros policiales y un camión aljibe.
La habitación fue consumida enteramente por las llamas. Faltando cinco minutos para las 2 de la madrugada, la situación se encontraba controlada, señalaron desde Carabineros, quienes pondrán los antecedentes a disposición de la Fiscalía local.
Muchos pensaron inicialmente que se trataba de una alerta de tsunami, debido a que sonó doblemente la alarma. Aunque coincidentemente se alertó de “pequeñas marejadas” debido a un terremoto en las Islas Salomón, no se decretó ninguna alerta de tsunami.
Además, preliminarmente se reportó que el incendio se ubicó en un inmueble en calle Campo Lindo, sector de la avenida Cáhuil; presumiblemente, algún bromista quiso intentar trastornar las labores de emergencia.