MODELO DE NUEVA REGIÓN, CÓMO VAMOS SERÁ APLICADO EN CINCO LOCALIDADES PARA MONITOREAR LA RECONSTRUCCIÓN
Fuente: El Naveghable
Organizaciones ciudadanas desde Santiago hasta Tirúa están integradas a esta Contraloría Ciudadana nacida desde el seno de Fundación Avina, Cooperativa Territorio Sur de Valparaíso y Agenda Local 21.
Desde el 1 de este mes se encuentra en marcha el proyecto denominado Contraloría Social y Monitoreo Participativo para la Gobernabilidad Público- Privada de la Reconstrucción, iniciativa financiada por la Unión Europea y propuesta por organizaciones civiles chilenas para monitorear qué situación viven hoy a raíz del terremoto de 2010 zonas disímiles como Ñuñoa, Valparaíso, Pichilemu, Constitución y Tirúa.
El mismo principio de Contraloría Ciudadana que motiva a nivel local al proceso Nueva Región, Cómo Vamos y a otros similares en el país se desarrollará durante los próximos 24 meses en los lugares señalados. La idea nació en Fundación Avina, Cooperativa Territorio Sur de Valparaíso y Agenda Local 21 (Valdivia) el año pasado y hoy adhieren el Centro de Desarrollo Sustentable de Pichilemu, la Asamblea por la Reconstrucción de Ñuñoa y las fundaciones Proyecto Propio e Innovación en Ciudadanía. Y tal como en Nueva Región, Cómo Vamos, se dio vida a un consorcio de instituciones de la sociedad civil para poner la lupa en la reconstrucción.
Una de las responsabilidades del Estado con la reconstrucción ha sido la no inclusión de la ciudadanía y los damnificados en el proceso como es debido. Prima un falso consenso a nuestro juicio de que el Estado es el único responsable de resolver los problemas, propios por lo demás de un proceso tan complejo, explica Patricia Beltrán, miembro de Cooperativa Territorio Sur de Valparaíso y coordinadora del proyecto.
La Unión Europea otorgará en total $113 millones de pesos para invertir en la iniciativa. Sobre las expectativas del proceso y la validación que se espera de la autoridad, Beltrán definió: abogamos por una comprensión de los público más amplia, en donde todos los actores que convivimos en un territorio tenemos derechos y responsabilidades. Además, esperamos que el sector público se abra y legitime la participación de la ciudadanía. Creemos que vamos a tener una buena acogida pues nuestra propuesta busca aportar a la gobernabilidad de la Reconstrucción y ésta no es posible sin la participación de todos los actores, los públicos, los privados y también la sociedad civil.
Para el caso de Ñuñoa, el objeto de monitoreo será la Villa Olímpica; en Valparaíso, el Barrio El Almendral. En Pichilemu, Constitución y Tirúa, serán las comunas en general.
El encargado del Área Social de Agenda Local 21, Juan Pimentel, se ha hecho presente en Tirúa desde marzo de 2010 y explica que el proceso de reconstrucción ha sido lento. El antropólogo explicó que siguen existiendo problemas habitacionales con grupos que aún no cuentan con viviendas definitivas y siguen ocupando las casas provisorias que levantaron tras el cataclismo.
Hoy persisten problemas como la falta de recursos para operar una planta de tratamiento de aguas servidas, que no siempre funciona, ejemplifica Pimentel. Los habitantes de Tirúa, comuna que está casi al límite del Biobío con La Araucanía, en general se sienten abandonados por la autoridad central, acota.
Hoy, el trabajo está validado por la recepción que la municipalidad ha tenido para con este proyecto, que busca fortalecer los comités locales de reconstrucción y generar indicadores a partir del proceso para aportar a las políticas que irán aplicando en cada comuna.
Los primeros frutos concretos del proyecto serán dados a conocer en marzo de 2012, a través de una cuenta pública. Un mes más tarde, se realizará un encuentro nacional entre quienes han participado, para evaluar y dar fuerza al segundo tramo (y final) de la levantada ciudadana tras la catástrofe.
