Tras treinta y un años, un pichilemino -Héctor Luis Pacheco Urzúa, de 45 años- cumplió uno de los sueños que -confesó a “pichilemunews”- tenía pendiente desde hacía mucho tiempo: pintar y completar una serie de diez cuadros para darlos a conocer “si vale la pena, a la comunidad” nos señaló hace un par de horas atrás.
Hace poco más de dos semanas, Héctor Pacheco salió al paso de “pichilemunews” tras concluir un programa radial. Nos dijo: “Don Washington, ¿tiene unos minutitos? Hace tiempo que quería manifestarle sobre lo que estoy haciendo. Y hoy quiero contarle después de oírlo hablar de arte, de cultura en su programa. Cuando estaba en la Escuela Básica, la profesora nos pidió que pintaramos un tema libre. Cuando terminé y mis compañeros, se acercó mi profesora -la Sra. Katia Lillo, ¿la conoció usted?- y me felicitó. Me dijo, “Héctor, tienes una habilidad innata, tienes talento y sigue adelante. Haz pintado realmente hermoso .., te felicito. Me dijo entre otras cosas”. La verdad que quedé feliz por esas felicitaciones, pero nunca me dediqué a la Pintura. Usted me conoce toda una vida trabajando en el Taller, en donde aprendí junto a mi padre. Años trabajando en lo mismo. Y si bien cumplí otros sueños, como es formar una linda familia junto a mi señora Zulema y a mis dos hijos: el mayor de 18 años -Alejandro- entró este año a la Universidad (está estudiando pedagogía en Historia y Ciencias Sociales) y la menor, Camila -de once años- va a la Escuela Básica; nunca me di el tiempo para pintar … Sin embargo, desde hace un tiempo a esta parte estoy pintando y quiero que usted vea mis trabajos. Y me diga francamente cómo las encuentra, si usted cree que vale la pena mostrarlos a la comunidad. Le confieso que yo pinto en forma autodidacta. No se ninguna técnica. Me viene la inspiración y pinto según mi intuición. ¿Qué me dice?
Lo primero: “Felicitarte, de verdad, aun sin conocer nada de lo que me dices. Solo porque es destacable que una persona como tú, al que he visto por años entre fierros y neumáticos, tenga esa preocupación, esa sensibilidad de pintar, es algo que valoro. Yo no tengo esa habilidad y lo que tú hagas -como cualquier persona, en el arte- tiene mucho valor. Y menos voy a desmerecer algo que yo no soy capaz de hacer”.
Héctor me replicó: “Usted sabe del respeto que me merece. Cuando tenga listos mis trabajos ¿podría ir a conocerlos?
Por supuesto, avísame y nos ponemos de acuerdo.
Hoy llegó ese día.
“Sr. Saldías, quiero decirle que ya cumplí ese sueño. Completé mi décimo trabajo. La verdad que me siento en las nubes. No se cómo expresar lo que siento, pero estoy muy feliz y tenía que conversar con usted. Hoy es un día muy especial y lo quiero invitar a mi casa. ¿Le parece?”.
¡Te lo dije hace algunos días! Encantado y desde ya mis felicitaciones por tu logro …
Mi sueño, Nuestras miradas, Vida y muerte, Esclava del Sol, Libertad, Amistad sincera, Atardecer en paz, Pastor solitario, Globos adolescentes y Abuelita María, son los diez cuadros que pude admirar anoche. Mucho colorido, creatividad y una especial mirada surrealista y simbolismo es lo que pude apreciar en cada obra; donde el sol -con su energía- como la mujer “dando vida”, mar, aves y la naturaleza son los protagonistas principales de hermosas creaciones.
En ningún caso “pichilemunews” es un crítico de arte. Podemos dar una opinión: me gusta, no me gusta, o más menos; pero ello no es la mirada crítica de una persona que sabe de arte.
Si podemos y tenemos opinión de alguien que puede valorar que una persona -que es autodidacta y no ha estudiado nada de pintura- sea capaz de expresarse a través del arte de la pintura. Quizás para un crítico de arte, el primer detalle será que “no tiene escuela”; pero que importa si este trabajo nace de una necesidad de expresión, de sentimientos y de cumplir con ese sueño -hasta ayer- incumplido. Hoy es una realidad, después de muchos años -treinta y un años para ser exactos- está patente lo que fue un sueño.
Ya estaremos buscando la ocasión para que este pintor, junto a otros, presente sus trabajos al veredicto de la comunidad, quizás más temprano que tarde y usted, amigo cibernauta lector, pueda valorar también lo que un modesto y empeñoso vulcanizador puede hacer con el pincel.
