Efectivamente, accediendo a una invitación del gobierno de Bernardo OHiggins, el Vaticano envió a Monseñor Muzzi y al joven sacerdote Giovanni María Mastai-Ferreti, como su secretario, a “recomponer” relaciones entre el gobierno independista y el Vaticano, el que había años antes -por presiones de la corona española- había dejado de hacer nombramientos episcopales.
Sin embargo, OHiggins solicitó al Vaticano recomponer las relaciones. De ahí que, se envió a la delegación conocida como Misión Muzzi por ser el enviado papal de ese apellido. La historia cuenta que no le fue bien a la Misión Muzzi porque el gobierno los trató pésimo. Ello fue porque, en el ínter tanto, el poder lo había tomado Ramón Freire, quien obviamente tenía un pensamiento más liberal que su antecesor.
Pero lo relevante de este hecho, es que el joven Giovanni María Mastai-Ferreti, quien llegó más tarde a convertirse en Papa, adoptando el nombre de Pío IX (más conocido como Pío Nono) recorrió la zona central del país durante su estada en el país, lo llevó a conocer sectores de Litueche, La Estrella, entre otros lugares.
Estuvo específicamente en el Fundo “La Cueva”, llamado así por la Cueva existente en el sector próximo a Las Damas, actualmente de la familia Sepúlveda Celsi.
Años atrás, nuestro historiador local “Don Antonio de Petrel” nos entregó su crónica relacionada con este hecho, en las páginas del periódico local PICHILEMU, que dirigimos y editamos entre el año 1987 y 1992. No la tenemos a la mano, pero ya la reproduciremos para ustedes.
