CARTA ABIERTA A LA COMUNIDAD ENVIÓ LA DRA. MARÍA FERNANDA GUAJARDO INFORMANDO OFICIALMENTE DE SU DESPIDO.
Así lo refiere la profesional médico, en su nota, al manifestar que “con fecha 21 de diciembre he sido notificada que dejo de cumplir las funciones de Jefa del Departamento de Salud y médico de Postas y Estaciones Médico Rurales de la comuna”.
Acto seguido indica que “en ocho años de trabajo en los distintos sectores rurales de la comuna, brindé un servicio de calidad humana y profesional. Recorrí cada rincón de la comuna de la cual me llevo gratas vivencias y el cariño de la gente más sencilla de los apartados sectores”.
Señala más adelante que “sin embargo, la máxima autoridad (de la comuna), elegida por votación popular, me despide por el sólo hecho de poner en mi trabajo, principios de verdad y honestidad que no han sido valorados; muy por el contrario. He sido perseguida por decir la verdad en los hechos que llevaron al Departamento de Salud a una deuda de 20 millones de pesos y a la querella que mantiene el Alcalde por el Caso Calendarios. Hecho que significó la salida del Director de Desarrollo Comunitario, hombre de confianza del Alcalde, don Hugo Vargas Córdova.”
Y agrega: “Por último, quiero dejar claro que por el contrato de Postas, el Sr. Alcalde me despide sin indemnización alguna, sólo me da las gracias en una fría carta a través de la cual me notifica mi despido. La única indemnización que recibo por ocho años de servicios a este Municipio asciende a la suma aproximada de $1.600.000= por la Jefatura del Departamento de Salud.”
Concluye la profesional, señalando que “sin embargo, me asiste la tranquilidad y convicción de que la comunidad está satisfecha con mi trabajo, porque así me lo han hecho sentir con las innumerables muestras de afecto recibo”, despidiéndose con el cariño de siempre.
Como ex concejal debo señalar que, efectivamente, me consta de su labor y de la opinión mayoritaria de las personas del mundo rural, con las cuales conversamos sobre el tema salud, que en lo concerniente al desempeño profesional de la Dra. Guajardo, fue muy positivo. Y por cierto, hubo una o dos personas que expresaron un grado de insatisfacción, pero que en lo más mínimo empañan su trayectoria.
Seguramente que también se levantarán voces y opiniones que intentarán bajarle el perfil a lo ocurrido. Es más, algunos quizás dirán que la Dra. Guajardo no era la profesional que se esperaba; pero ante ello surge de inmediato la pregunta ¿si así fue, por qué esperaron tanto tiempo en darse cuenta?
No obstante, la comunidad que está con la verdad -por desgracia muy poca- sabe que el pecado de la Dra. Guajardo fue precisamente por “decir la verdad” tal como ella lo manifiesta. Un pecado que tiene su castigo ahora -castigo que, por lo mismo, recibimos también de quienes prefieren vivir de y con la mentira- pese a que ya le había anunciado su deseo de despedirla, con ocasión de la participación de la Dra. Guajardo en una reunión del Concejo Municipal, durante el periodo pre eleccionario.
Es decir, “la perdonó” por estar en una etapa en que “despedirla” le resultaba contra producente.
En todo caso no hay que extrañarse, pues pese a que a través de los medios de comunicación el alcalde Vargas, al momento de ser reelecto, señaló que aprendería de las señales que le estaban dando las cifras y que revisaría su gestión, ha estado dando “golpes”, realizando “cambios”, “amenazando a los funcionarios e instándolos a irse los que no votaron por él”.
Si éstos tuvieran otra alternativa de trabajo, ¿con cuántos funcionarios se quedaría?
Desde esta columna virtual, expreso mis deseos de un promisorio futuro profesional y familiar a la Dra. Guajardo. Y la seguridad de que en cualquier lugar encontrará a personas que valorarán sus principios y desempeño profesional.
Y, por otra parte, espero que el profesional de la salud que reemplazará a la Dra. Guajardo (que seguramente ya lo debe tener listo el Alcalde Vargas) se limite a cumplir al 100% en su labor de médico y no a realizar “tareas” ajenas a su labor profesional.
