Fiesta de fin de año

Diario El Rancagüino
La magia del color inundó el cielo de Pichilemu

Actividades de fin de año organizadas por la Cámara de Turismo local, además del festival de fuegos ratifícales, contó con comidas típicas y los vinos de los valles de Cachapoal y Colchagua.

Sólo comentarios positivos logró la última actividad que organizó la Cámara de Turismo del balneario, para despedir el año 2003 y dar la bienvenida al 2004, en el Parque Ross.

En efecto, así fue. Los miles de turistas, visitantes y habitantes de la comuna quedaron felices de haber sido partícipes de la jornada que empezó a las 20 horas del día 31 y concluyó pasadas las 2 de la madrugada del nuevo año, según se desprende de un comunicado de prensa emitido por el organismo organizador del evento.

Todo lo programado -se destaca- se realizó de acuerdo a lo planificado, como el espectáculo en vivo con artistas locales, música con el Conjunto “Kali”, la participación de hosterías y restaurantes que ofrecieron cenas y alimentos, como asado de cordero y vacuno “al palo” -preparados por un auténtico gaucho- como también las tradicionales empanadas, ostras a la “parmesana”, pollo, carne y pavo con diversos acompañamientos, en un fino y elegante alhajamiento.
Aparte de la especial atmósfera y ambiente creado para la ocasión, se contó con nueva iluminación -parte de la recuperación que se está haciendo al parque y su entorno- y también con guirnaldas multicolores que fueron instaladas en una importante cantidad de palmeras, actividad financiada por diferentes establecimientos del comercio local, como también por algunas autoridades y particulares, que no quisieron estar ausentes de la iniciativa emprendida por la Cámara de Turismo de Pichilemu.
Pero no fue sólo aquello, se indica en la nota de prensa, si no que también -tal como se prometió- estuvieron presentes los mejores vinos de los valles de Cachapoal y Colchagua. Asimismo, champagne francés y copas con un logo especial para la ocasión, además de torta y cotillón.

ESPECTACULO PIROTECNICO
No obstante, la vedette de la noche fue sin duda el espectáculo pirotécnico que se inició justo a las 00.00 horas, a la par de la interpretación del himno patrio, iluminándose las “noches de Pichilemu” -tal como la canción- en múltiples destellos de infinitos colores, llenando de emoción y admiración a todos los presentes, como también a quienes estaban apostados en diferentes miradores de la ciudad balneario.

Junto con los abrazos y los mejores deseos que se intercambiaban cada uno, el estallido de los fuegos artificiales que se sucedieron por largos 10 minutos, sorprendieron incluso a los miembros de la Cámara de Turismo, organizadores del evento, ya que resultaron espectaculares.
Las diferentes opiniones -tanto de turistas como de pichileminos- no escatimaron elogios y felicitaciones por la iniciativa.

Es más, palabras tales como espectacular, maravilloso, increíble y fantástico, resumen en parte los diferentes conceptos con los cuales definieron la fiesta, que en opinión unánime debe, en lo sucesivo, repetirse cada fin de año.
Es, de hecho, la intención de la Cámara de Turismo de Pichilemu, y se espera que el apoyo de las autoridades sea sin titubeos -como de hecho sucedió- de ahora en adelante y crean en definitiva que nuestra institución está capacitada para enfrentar grandes desafíos, tal como lo demostró en dos eventos sucesivos.

Total
0
Shares
Publicaciones relacionadas
error: Content is protected !!