La construccion del ferrocarril a Matanzas

Cumpliendo nuestra palabra empeñada, de […] por todo lo que signifique adelanto [loc]al, hoi iniciamos la labor de poner de ma[ni]fiesto, ante la opinion pública del pais la [ne]cesidad de construir este ferrocarril, por [tanto] tiempo solicitado de los habitantes de estas rejiones.

La construccion de esta obra, que se va convirtiendo en una nota monótona i desabrida, de puro tratada i manoseada, no ha merecido nunca el honor de que la atencion del Gobierno se haya fijado un momento en ella.

I no es porque se desconozca las conveniencias que acarraria al pais su realizacion i el bien directo inconsiderable que atraeria sobre estas ricas i productivas rejiones, nó; tampoco se podria [de]ducir que por los grandes gastos que ocasionaria al Erario, por ser de mui difícil ejecucion, debido a lo accidentado de la rejion, por donde se tenderian los rieles; pues es todo lo contrario; llanuras interminables i una que otra insignificante obra de injeniería, harian de la construccion de este ferrocarril uno de los mas baratos del pais.

Pero se preguntará, ¿por qué no se construye esta obra entónces? ¿En qué trepida el Gobierno para decretar la ejecucion de sus fáciles estudios? ¿Por qué los representantes del departamento no hacen valer su respetable influencia por la consecucion de esta obra de innegable utilidad publica i rejional?

Preguntas son éstas, que nosotros no sabríamos qué responder, sobre todo si se toma en cuenta las grandes pérdidas de fondos públicos que se destinan para construcciones idéntidas, pero diferentes bajo el punto de vsita del costo de la obra, de la esterilidad de las rejiones a que van a servir.

En verdad, nos duele como patriotas, de que en el seno del Gobierno no prime el sentido de las conveniencias jenerales, pero sí el mui censurable de las influencias del primer Censo que se prensenta, para tirar los dineros a la calle.

I no se crea que hablamos obedeciendo a la norma jeneral, tan usada dentro del pais, de quejarse siempre i no estar nunca satisfechos de la accion gubernativa, no léjos de no[…] determinaciones tan malévolas i que obedecen a móviles nada honrosos.

Nosotros, sí hablamos quejándonos de los [ban]didos rumbos que en estos últimos tiempos han sentado sus reales en las altas esferas gubernativas, lo hacemos fundados en pruebas concretas i claras que no dejan la menor duda en el ánimo de quien quiera echar una ojeada sobre la política ferrocarrilera observada por el Gobierno en la provincia de Colchagua.

Esta provincia privilejiada, de clima envidiable, cual mui pocas, i de una feracidad sorprendente, que las coloca entre las primeras de Chile, por su gran produccion agrícola i criaderos de toda clase de animales, cuenta con dos caletas en su estensa costa ellos son Matanzas i Pichilemu.

El último de los nombrados no merece asi ser tomado en cuenta, debido a que lo malo de su bahia no ha permitido embarcar nunca por él.

Ahora, Matanzas, que es el otro, aunque tambien con mar un poco mala en algunas estaciones del año, es conocido por haberse embarcado i embarcarse grandes cantidades de trigo, cebada, lana i garbanzos.

La conveniencia de que Colchagua mantenga un puerto menor que ayude o movilizar sus abundantes productos a los ferrocarriles del Estado salta a la vista.

Para adoptar tal resolucion se nos ocurre que el Gobierno deberia estudiar la importancia de las rejiones, las respectivas bahías de ámbos para que el gasto que se hiciese en mejoras portuarias, produjese el máximo de intereses sobre el capital que se invirtiese. Pero parece que por la marcha que toman los sucesos, hai una tendencia sin estudio previo i con desconocimiento absoluto de las cosas, de ser pródigo con Pichilemu en ayuda fiscal i un olvido completo de la mejor caleta en la costa de Colchagua.

Actualmente, i hace ya mas de doce años, se trabaja sin visos de que termine tan pronto en la dispendiosa construccion del ferrocarril a Pichilemu, es este uno de los ramos que hará eco en la historia de los desaciertos i de los grandes derroches inútiles.

Con un décimo del dinero empleado en el ferrocarril a Pichilemu, se podría construir holgadamente un ferrocarril a Matanzas.

I no se crea que la rejion que atravesará el ferrocarril a Pichilemu sea mas rica que la que vendria a servir trayéndolo a Matanzas […] lejos de ser esta la verdad, las estadísticas agrícolas no dejan lugar a duda i quien quiera que las consulte, no tendria mas que […] con las afirmaciones que hacemos.

Pero si se desea tender líneas de ferrocarriles a todas las caletas i las finanzas nacionales se encuentran en condiciones de hacer frente a estas manifestaciones del progreso, no nos oponemos, pero sí combatiremos después los privilegios que se otorgan a localidades señaladas con olvido completo de otras que mejor lo merecen.

En el próximo número nos ocuparemos del trazado de la línea a Matanzas i de lo […] i barata i sin mas demora de un año en que se podria ejecutar.

Publicación original en periódico “El Progreso” de Matanzas.

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