El alcalde de Pichilemu sobreseyó a su delfín por denuncias de acoso laboral y sexual

Cristián Pozo y el alcalde de Pichilemu, Roberto Córdova

El alcalde de Pichilemu, Roberto Córdova, sobreseyó de responsabilidades administrativas a Cristián Pozo Parraguez, jefe del departamento de Salud Municipal, tras una denuncia con reserva de identidad en que se le acusa de incumplimiento de protocolos sanitarios, acoso laboral y sexual.

Considerando que Córdova proclamó a Cristián Pozo como candidato a alcalde, debido a su imposibilidad de ir a la reelección, el decreto tiene implicancias morales y éticas dado su grave conflicto de interés. Pozo ha señalado que pretende ser el continuador de su “legado”. El actual alcalde ha hecho campaña y vocifera diariamente a favor de la candidatura de Pozo. De hecho, el pasado sábado se refirió latamente en su programa radial sobre las “características” del kinesiólogo que deberían hacerlo acreedor de sucederlo.

El sobreseimiento fue declarado mediante el Decreto Exento 746, del 18 de marzo, que señala que la directora jurídica (S) —cuyo nombre no se indica— concluyó que “el funcionario aplicó todos los protocolos y las medidas de resguardo ante su examen PCR por acción preventiva de covid-19, siempre resguardando la integridad del equipo humano de dicha unidad”.

La denuncia presentada con reserva de identidad ante la Contraloría explica que “el día 16 de septiembre del presente año [2020] el director de salud municipal don [Cristián Pozo], presentaba sintomalogía evidente a Covid 19 , con PCR realizado ese mismo día. Frente a la espera del resultado ( demora 3 días) continúo con las atenciones a público incluso en la clínica privada que también trabaja, presentando temperatura 38.5. Realizo reunión con funcionarios, Hasta que llego el resultado positivo el día Miércoles“.

Continúa Córdova, en su decreto de sobreseimiento, señalando que “no se pudo establecer la efectividad de la denuncia de acoso laboral y sexual debido a que ninguna de las declarantes ratificó la denuncia y/o algún hecho que pudiera hacer presumir la conducta infractora”.

Como se dijo, la denuncia ante Contraloría no fue realizada anónimamente, como erróneamente dice el alcalde en su decreto, sino que con reserva de identidad. Tal como expresa la propia denunciante en su presentación, “evidentemente todas tenemos miedo de hablar ya que el alcalde es su mano derecha, y dentro del municipio es de conocimiento público, sus conductas”.

Finalmente, Córdova dijo que el trato a las funcionarias como “chanchitas” es efectivo, indicando que esta es “una forma más cercana y amable”. “Consecuentemente nadie del departamento se sentía ofendida, desvalorizada o ha sufrido algún tipo de menoscabo, que dicho trato es recíproco debido a familiaridad del personal”, sentenció el socialista.

Cabe señalar que la denuncia señala: “amenazaba de la baja de sueldo porque algunos ganaban muchos ( prestadores de servicios) especificamente a las mujeres. tratandolas como chanchitas” … “Es de amplio conocimiento que don [Cristián Pozo] ha tenido problemas con maridos de algunas funcionarias ya que ha existido acoso sexual. La mayoria del departamento son mujeres, en algún momento a mi persona me dijo estay muy rica si no tuvieras tu pololo trabajando aqui te haria mierda palabras textuales. Comportamiento normal ante las funcionarias dentro de las reuniones que el ejecuta siempre con lo sexual”.

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