Las últimas elecciones municipales antes del golpe. Parte 2: Período alcaldicio de Carlos Rojas Pavez (1967-1971)

Debido a una escasez de fuentes que no contemplaba, este artículo tratará, primordialmente, de los más importantes acontecimientos ocurridos durante el período alcaldicio del radical Carlos Rojas Pavez, de quien también otorgaremos una pequeña reseña en las próximas líneas. Proveeremos, también, los resultados oficiales de la elección de 1967 en Pichilemu. Como en la anterior ocasión, este artículo se basa en un compendio de notas del periódico “El Cóndor” de Santa Cruz, entre enero de 1967 y abril de 1971.

La elección

Como adelanté, poca fue la información que pude recabar sobre la elección de 1967 en Pichilemu. Esta se efectuó a nivel nacional el 3 de abril de aquel año. La elección municipal se caracterizó porque el Partido Radical perdió su hegemonía en la política local, quedando relegado a un segundo lugar (16,5%), tras el Partido Demócrata Cristiano (36,5%), según informó “El Mercurio” con un artículo titulado “Renovación de municipios: cambios electorales en el país” (3 de abril de 1967). Como anécdota, esta vez a nivel regional, un candidato electo de Coltauco, Osvaldo Ruiz García, falleció en la noche del día de la elección debido a un infarto cardíaco, mientras sus correligionarios celebraban la victoria (“El Mercurio”, 4 de abril de 1967).

En Pichilemu

Mínima fue la información hallada sobre la campaña municipal en Pichilemu de 1967. Pero vale la pena mencionarla. Según “El Cóndor” (24 feb. 1968), en la campaña se produjo “una tremenda rosca entre candidatos de la DC”. “Los acalorados ánimos llevaron a los contrincantes a las manos y el candidato de entonces Mario Moraga le pegó un mordisco a un dedo a uno de sus colegas hasta dejárselo mocho. Ello provocó una querella del que perdió el dedo, con lo que Mario Moraga fue declarado reo. Ello no fue obstáculo y salió elegido regidor. Seguramente encontrándose culpable, no concurrió a la instalación de la Municipalidad”, se señala en aquella oportunidad.

Resultados

Núm. Nombre Partido Votos
1 Ruperto Cabello Mardones 19
2 Héctor Mujica Ruiz 7
3 Carlos Rojas Pavez Radical 103 *
4 Eliseo Orellana Canales 12
5 Lautaro Arce Vásquez 32
  Total partido   223
6 Sergio Enrique Fuenzalida López 44
7 Mario Alejandro Moraga Cáceres 162 *
8 Carlos José Echazarreta Iñiguez Demócrata Cristiano 251 *
9 José Nicomedes Arratia Tillerías 71
10 Héctor Greene Valverde 94
  Total partido   622
11 Washington Saldías Fuentealba 351 *
12 Luis Alejandro Arenas Jonquera 26
13 Ana Elfa Yáñez Aceituno Socialista 9
14 Luis Eduardo Torres Méndez 40
15 Gerardo Enrique Villar Martínez 10
  Total partido   436
16 Osvaldo Vidal Vidal 117
17 Flavio Álvarez Jorquera 136 *
18 Francisco Bobadilla Acevedo Nacional 35
19 Felipe Iturriaga Esquivel 40
20 Héctor Gaete Becerra 31
  Total partido   359
  Votos totales 1640

Fuente: “El Cóndor” de Santa Cruz, 5 de abril de 1967, páginas 2 y 4.

El 20 de mayo, tras la asunción de las autoridades (exceptuando a Moraga), se dio a conocer en “El Cóndor” la lista definitiva de las autoridades para el período 1967-71: alcalde Carlos Rojas Pavez, radical; primer regidor Washington Saldías Fuentealba, socialista; segundo regidor Flavio Álvarez Jorquera, nacional.

Según algunos documentos recientes, al igual que en el período anterior, el período alcaldicio habría sido dividido en dos: la primera mitad para Carlos Rojas Pavez, y la segunda, para Washington Saldías Fuentealba, pero al igual que en el período anterior no se concretó esta división. Esto provocó una pugna entre ambas autoridades, que incluso está documentada en una “guerra de cartas” enviadas a los periódicos “El Guerrillero” de San Fernando y “El Cóndor”.

Moraga, quien no asumió el cargo junto a sus colegas, al tiempo después comenzó a concurrir a algunas sesiones tras ser aconsejado de hacerlo, pero “de la noche a la mañana” hizo una denuncia contra el alcalde Rojas, porque según sus argumentos éste “no lo dejaba cumplir con sus funciones que le señala la Ley”. Sin embargo, en el Tribunal no se dio lugar a la causa.

El alcalde

Carlos RojasEl flamante alcalde Carlos Rojas Pavez no era personaje nuevo en Pichilemu. Al contrario, podría decirse que su elección como alcalde se debería a su larga trayectoria en el servicio público comunal.

El periódico “Pichilemu”, con fecha 31 de enero de 1986, señala que Rojas nació en nuestra comuna, hijo de Samuel Rojas Polanco y Flor Irene Pavez Díaz. Realizó sus primeros estudios en Chimbarongo, San Fernando y finalmente en Santiago, aunque termina siendo un autodidacta. En 1937 ingresó a la Municipalidad de Pichilemu como secretario municipal, cargo que ejerció hasta su asunción como alcalde en 1967. En 1944, fundó el periódico “Pichilemu”, y con la ayuda de Miguel Larravide y José Arraño Acevedo editó ocho números aquel año, y uno en 1949. Contrajo matrimonio con Guacolda Avilés Pavez, con quien tuvo cinco hijos: Carlos, Mario, Marcelo, Verónica y Patricia. Falleció alrededor de 1992.

La gestión alcaldicia

Rojas Pavez asumió el mando del municipio de Pichilemu el 21 de mayo de 1967. Uno de los primeros grandes acontecimientos de la gestión de Rojas fue la contratación de un empréstito por 150 mil de escudos, para la prolongación del alumbrado eléctrico en el sector de Cáhuil a La Villa, construcción de la Csa del Deporte y de una Plaza Pública, plaza que hoy conocemos como Arturo Prat. Los terrenos de esa plaza eran, antiguamente, sitios eriazos, y fueron expropiados, según consta en “El Cóndor” del 13 de septiembre de aquel año. Un artículo titulado “Una plaza a todo lujo quiere Pichilemu” (31 ene. 1968) destaca que la plaza “tendrá una superficie de 6.400 m2, y uno de sus sitios ha sido donado por el vecino ex ministro de Estado, Arturo Riveros”. El arquitecto Daniel Jaime ofreció su colaboración para hacer el plano del paseo, que fue adornado con plantas y árboles autóctonos de la zona.

Tres días después se dio a conocer la idea del Diputado Joel Marambio de querer cobrar peaje en el sector de Alto Colorado para financiar la pavimentación a Pichilemu, imitando el sistema utilizado en Angostura, cerca de Rancagua. La idea del diputado no fue considerada, pero sí en 1968 se reanudaron los trabajos de pavimentación del camino a Pichilemu, habiendo estando paralizados cuatro años. “Con esta noticia vuelve la esperanza de mejores caminos para los pueblos costeros de la provincia de Colchagua y además, se permitirá dar un fuerte impulso al turismo en el principal balneario de la zona central sur. Ojalá no sea volador de luces,” señalaba “El Cóndor” (27 dic. 1967). Recién en mayo de 1970 se iniciaron estudios topográficos para la construcción del pavimento Alcones-Pichilemu.

Rojas dispuso de recursos en el verano de 1968 para el mejoramiento de las luminarias en Avenida Ortúzar y Pinto, además de la pavimentación de las aceras en algunas calles. Esto último, con la colaboración logística del exregidor Manuel Córdova, y financiado con dineros de los vecinos de cada una de las cuadras.

En agosto de 1968, “El Cóndor” reportó algunos de los trabajos realizados en Pichilemu para “capear” la fuerte sequía que sufrió la zona en aquel año. “50 personas trabajan en las labores de la nueva captación de agua potable para el balneario la que será obtenida de una laguna que queda 500 metros al norte de Pueblo de Viudas”, señalaba el periódico.

Al igual que en años anteriores, nuevamente se presentó el tema de la insalubridad, pues Pichilemu no contaba con alcantarillado (y hasta ahora, no tiene alcantarillado por completo). Sin diferenciarse mucho del exalcalde Sánchez, la Municipalidad solicitó la construcción de fosas sépticas en los establecimientos comerciales y negocios del pueblo. Pero el problema mayor fueron las casas particulares, que contaban con “rústicas letrinas o excusados”. Algunos colectores de aguas servidas particulares, cita “El Cóndor” (31 ene. 1968), desaguaban en la laguna de Petrel y en la playa, causando un foco de contaminación e insalubridad mayor. El Director Zonal del Servicio Nacional de Salud, Dr. Daniel Copaja, declaró estar “preocupado” por Pichilemu, debido al “vaciado de las aguas servidas en sectores de la playa y la laguna Petrel”, en diciembre de aquel año. Tras estas declaraciones, el alcalde Rojas Pavez anunció la existencia de un estudio completo del alcantarillado de Pichilemu, dio a conocer expropiaciones de terrenos por la instalación del servicio, y la “pronta” construcción de éste. Pero este anuncio no evitó que el Jefe Zonal de Salud de Rancagua declarara “insalubre” el balneario, y prohibió conceder patentes para toda clase de negocios que expendan comestibles y donde se proporcione alojamiento. Pichilemu fue cerrado. “Es efectivo que hay aguas servidas que llegan a la laguna, pero esta agua en nada afectan a la salubridad del pueblo. Prueba es de que jamás ha habido epidemias de ninguna clase en este pueblo”, señaló el alcalde a “El Cóndor” (24 dic. 1968). Poco duró la clausura, pues ya en la segunda semana de enero de 1969 Pichilemu estaba “en festejo” (por el fin de la clausura), gracias a las gestiones del gobernador del departamento de Santa Cruz Alberto Araneda Concha, ex regidor de Pichilemu.

 

Todos a PichilemuOtras obras de Rojas fueron: la construcción de una balsa para unir Paredones con Cáhuil (30 abr. 1969), comienzo de enseñanza comercial en Pichilemu (11 mar. 1970), construcción de un pequeño muelle/rompeolas para los pescadores (14 nov. 1970).

Una última controversia surgió a fines de marzo de 1971, poco antes de las elecciones municipales de aquel año (a las que Rojas repostuló para regidor). El 11 de marzo fue publicado en “El Guerrillero” de San Fernando un artículo encomendado por el comerciante Norberto Sánchez, quien acusa al alcalde Rojas de dar el “amparo municipal” a la venta de agua por tetera, calificándolo de chueco. Rojas le responde a Sánchez (refiriéndose a él como “la gente de la UP” y en ocasiones como “upeliento”) que no tenía conocimiento que se vendiera agua en teteras en Pichilemu, y que “tienen que haber habido muchas teteras ese días para que el negocio fuera bueno”.

En este período también hubieron algunas broncas “feas” entre los regidores y el alcalde, en ocasiones llegando a agresiones físicas, pero no disponemos de las fechas exactas ni las circunstancias de éstas, pero de que ocurrieron, ocurrieron.

Son historia.

Diego Grez Cañete
Estudiante Lic. en Historia, U. de Chile

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