Como se informó, el Concejo Municipal de Pichilemu aprobó esta semana el Presupuesto Municipal 2026, que asciende a aproximadamente $18.600 millones, en una sesión donde quedaron de manifiesto diferentes puntos de énfasis respecto del uso y la disponibilidad real de los recursos.
El debate se centró en la confirmación de ajustes significativos para el próximo año, particularmente en talleres municipales, subvenciones y contratación de personal, junto con la magnitud del gasto en personal, que llegará a $12.272 millones.
Alcalde Córdova: “Tenemos que ajustarnos a la realidad”
El alcalde Roberto Córdova expuso las limitaciones presupuestarias que enfrenta el municipio, subrayando que una parte sustantiva del gasto corresponde a compromisos estructurales. “Cerca del 60% de los recursos se va en gasto municipal básico: educación, salud, aseo, retiro de basura, luminarias y funcionamiento del municipio.”
En ese contexto, anunció que para el año 2026 será necesario aplicar restricciones: “El próximo año habrá menos personal, menos talleres y menos inversión comunitaria”. Asimismo, el alcalde reiteró que el escenario no permite ampliar subvenciones para organizaciones locales: “No hay ninguna subvención que vaya a ingresar al Concejo, porque no hay recursos para financiar nuevas ayudas. A esto hay que ajustarse a la realidad.”
El alcalde también explicó que la situación financiera es más estrecha de lo habitual debido a menores ingresos: “Vamos a pasar con déficit al 2026. No hay arte ni magia para que aparezca más plata.”
Ante consultas sobre el aporte del royalty minero, el jefe comunal aclaró: “El royalty no es una gran cantidad de recursos… no supera los 40 o 50 millones. Es un aporte, pero no resuelve el déficit ni permite financiar más talleres.”
Gasto en personal supera los $12 mil millones
El concejal Marcelo Cabrera entregó una lectura complementaria del presupuesto, destacando en particular los costos asociados al personal municipal. “El gasto en personal es de 12.272 millones.”
El concejal precisó que el rol del Concejo en la aprobación presupuestaria tiene un carácter general y no implica la definición de los usos específicos de los recursos: “Nosotros aprobamos montos generales, pero quién decide en qué se gasta, cómo se gasta y dónde se gasta es el alcalde.” “El presupuesto lo presenta el alcalde, no el Concejo.”
Cabrera manifestó además su preocupación por la continuidad de beneficios: “Aquí a nuestra gente no se le pueden quitar los beneficios.” “Voy a fiscalizar que los programas culturales, deportivos y sociales se mantengan dentro de lo posible.”
El concejal Álvaro Álvarez comentó que, si bien hubo disminuciones en ciertas cuentas, ninguna quedó en cero, preservando ayudas sociales, actividades culturales, talleres, deporte y programas. “No estamos frente a una municipalidad quebrada. Estamos frente a un municipio que debe ajustar sus gastos a lo que realmente ingresa, y eso es un ejercicio de responsabilidad”, afirmó en la sesión.
“El municipio puede ajustar, pero no puede abandonar a las personas. Si se recortan ayudas sociales, el costo lo pagan los vecinos”, advirtió el concejal Pablo Canales.
Sumarios por «déficit»
Durante la discusión, algunos ediles volvieron a plantear la necesidad de conocer avances sobre los sumarios administrativos abiertos por el «déficit» presupuestario del año 2025, atribuido a errores en la entrega de información financiera durante la administración anterior del alcalde Cristian Pozo Parraguez.
El alcalde Córdova respondió que los sumarios están en curso, con fiscal designado, aunque existe retraso por la “veda electoral”, que obliga a suspender procesos administrativos durante periodos de elecciones.






