Un presupuesto condicionado por el déficit y la incertidumbre será sometido a votación este martes por el Concejo Municipal de Pichilemu. Aunque el tema ha sido trabajado en cinco comisiones previas, persisten dudas y tensiones en torno a la capacidad del municipio para mantener los programas y compromisos asumidos durante los últimos años.
El presupuesto 2026 no solo se ve ajustado, sino que evidencia los efectos de decisiones financieras pasadas que han derivado en una falta de liquidez que amenaza con comprometer la ejecución normal de servicios municipales, aseveran los ediles. El aumento de contrataciones al margen de ingresos permanentes y el crecimiento de la planta municipal sin la debida planificación han sido algunos de los factores señalados –aunque no públicamente reconocidos por la administración– como detonantes de esta situación, señaló el concejal Álvaro Álvarez.
Hasta ahora se ha debido recurrir a reasignaciones y recortes en partidas no esenciales, además de contemplar posibles medidas de racionalización de gastos en contratos y honorarios. También se han postergado o redimensionado proyectos con impacto comunitario en sectores rurales y turísticos, buscando contener el gasto fijo que hoy superaría la proyección de ingresos del próximo año.
Si bien la administración aún no ha entregado un informe público detallado del estado financiero, se espera que durante la votación los concejales soliciten mayor claridad sobre la situación presupuestaria y los posibles impactos en la gestión local durante el 2026.
El concejal Álvarez, uno de los ediles que ha emplazado a la administración a realizar un análisis crítico del gasto, señaló que “este no es un presupuesto expansivo. Es un presupuesto ajustado a ingresos reales, que busca evitar una crisis mayor. El problema no es que no haya plata, sino que se comprometieron recursos sobre arenas movedizas. Hoy lo estamos aterrizando a la realidad”. La sesión decisiva está programada para este martes a las 15:00 horas.
Finalmente, el edil aseveró que entre los hitos más destacados del último tiempo figura la licitación exitosa, tras nueve intentos, para transformar un terreno entre Villa Arauco y Villa Las Palmeras en un área verde, una demanda de larga data. Además, el concejal informó que hay avances en obras estratégicas, como la construcción del polideportivo local, que podría estar operativo durante el próximo año, y el nuevo Hospital de Pichilemu, cuyo proceso de expropiación y habilitación de accesos está en fase de regularización por parte del municipio y el Ministerio de Obras Públicas.






