La esperada Fiesta de la Primavera de Pichilemu no se llevará a cabo este 2025. Así lo confirmó el alcalde Roberto Córdova Carreño, quien explicó que el fuerte ajuste financiero que enfrenta el municipio —tras detectarse un déficit cercano a 3.000 millones de pesos— obligó a suspender varias actividades culturales y recreativas, entre ellas uno de los eventos más emblemáticos de la comuna.
“No tenemos recursos. Cuando en mayo y junio hicimos la revisión del presupuesto nos dimos cuenta de que no era el que se había aprobado el año anterior. Había un déficit importante, por lo tanto tuvimos que ajustar todo para equilibrar las cuentas. Eso significó rebajar o eliminar varias partidas, especialmente las de eventos artísticos”, sostuvo el jefe comunal.
Córdova recordó que la Fiesta de la Primavera nació el año 2011, y que desde entonces se consolidó como una instancia de participación y creatividad comunitaria. “Era una celebración muy nuestra, con carros alegóricos, comparsas, artistas locales y mucho trabajo voluntario. Pero en los últimos años el estándar de producción aumentó mucho: hoy se requieren escenarios, sonido, iluminación, premiaciones y seguridad, lo que implica un gasto que simplemente el municipio no puede asumir en este momento”, explicó.
El alcalde enfatizó que la decisión no se tomó a la ligera, sino como parte de una política de responsabilidad fiscal. “Preferimos actuar con seriedad y sinceridad con la comunidad. No podemos gastar lo que no tenemos. Queremos cerrar el año con todas las cuentas saldadas, y eso implica priorizar servicios básicos y compromisos sociales antes que fiestas o espectáculos”, añadió.
Pese a la suspensión del evento, Córdova confirmó que se buscará mantener parte del espíritu solidario que caracteriza esta época. En ese sentido, el municipio analizará un apoyo mediante subvenciones a la agrupación Manos que Ayudan, que organiza el tradicional Pastel de Jaiba Gigante, actividad benéfica en ayuda de pacientes con cáncer. “Ellas realizan una labor muy noble y queremos acompañarlas dentro de nuestras posibilidades. No será con grandes montos, pero sí con el respaldo municipal que merecen”, señaló.
La concejala Sofía Yávar Ramírez lamentó la noticia, destacando que la fiesta “es parte de nuestra identidad y del corazón pichilemino”, pero valoró la transparencia en el manejo del presupuesto. “Esperamos que el próximo año, con una situación más ordenada, podamos retomarla con fuerza y volver a llenar las calles de color y alegría”, indicó.
El municipio comenzará en los próximos días el análisis del presupuesto 2026, proceso donde se definirá si la Fiesta de la Primavera puede volver al calendario cultural del balneario. Mientras tanto, el alcalde Córdova pidió comprensión a los vecinos: “Esta no es una decisión fácil, pero es la correcta. Tenemos que cuidar los recursos públicos para que Pichilemu siga avanzando con responsabilidad”.