Investigadores hallaron en San Vicente de Tagua Tagua nuevas evidencias que demuestran la interacción entre humanos y megafauna extinta

Nuevos hallazgos paleontológicos, arqueológicos y paleoclimáticos presentaron investigadores/as de la Universidad de O’Higgins tras el cierre de las excavaciones año 2021. Durante la instancia se mostraron evidencias del poblamiento más temprano de nuestro país, entre las que destacan artefactos arqueológicos, restos de microfauna y megafauna, animales que eran parte habitual de la dieta de los primeros habitantes del territorio.

Así lo explicó el Dr. Erwin González, paleontólogo y académico del Instituto Ciencias de la Ingeniería de la Universidad Estatal de O’Higgins. “Los hallazgos se vienen repitiendo desde el 2019 a la actualidad, que es presencia humana temprana que va desde los 7 mil años a los 13 mil años aproximadamente. Hemos ido encontrando líticos, que son los artefactos arqueológicos, también hemos ido encontrando restos de microfauna porque la laguna Tagua Tagua fue un eco-refugio para la fauna y flora que habitó la laguna hace 13 mil. La megafauna encontrada este año 2021 dice relación con animales que pesaban más de una tonelada, como los mastodontes sudamericanos, también hemos encontrados caballos americanos. Esta megafauna fue parte habitual de la dieta de los primeros habitantes en Tagua Tagua”, expuso.

En tanto, el académico de la Pontificia Universidad Católica, Rafael Labarca, comentó que “lo que tenemos acá es la evidencia sólida de esas ocupaciones humanas más tempranas, que justamente se estaban enfrentando a un clima que estaba cambiando, con presencia de animales que ya no hay como los mastodontes y caballos, pero que poco a poco estaban transitando a condiciones más cálidas. Encontramos fósiles, vértebras de mastodontes, que están asociadas a un fogón, a un evento de quema y algunas de las piezas también estaban con huellas de fuego. Ese es un indicador, no solo de la coexistencia temporal de la megafauna y los humanos, aquí tenemos evidencia inequívoca que no solo había coexistencia sino interacción, ya que los huesos de los fósiles tenían huellas de fuego, es decir, hubo intervención humana en los materiales”.

Un hito a destacar es que en 2019 y 2020 se descubrió un nuevo sitio (Tagua Tagua 3) con evidencia de ocupación pleistocena. Este reciente hallazgo reafirma la enorme relevancia arqueológica y científica del lago Taguatagua, que fue ocupado de forma recurrente por grupos de cazadores-recolectores en fechas muy temprana relativas a las primeras ocupaciones del continente sudamericano.

Desde que comenzaron las excavaciones formales en 1967 se ha encontrado gran diversidad de fósiles, destacando 18 mastodontes, ciervos extintos, caballos americanos y múltiples restos fósiles de 28 especies diferentes. Este panorama taxonómico, sitúa al área como uno de los grandes eco-refugios de América del Sur durante el Pleistoceno.

Con el fin de seguir potenciando las investigaciones del poblamiento americano temprano, la Fundación Palarq, financió estas excavaciones en la cual participan académicos de distintas instituciones académicas, entre las que destaca la Universidad Estatal de O`Higgins.

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