Como parte de una serie de solicitudes por Ley de Transparencia que realiza este medio de comunicación a la Municipalidad de Pichilemu, con el fin de fiscalizar la labor municipal con fundamento, el 20 de julio requerimos “copia de los permisos de comerciante ambulante del señor Óscar Córdova Carreño, hermano del señor Alcalde Roberto Córdova, quien vende pasteles en la vía pública” [sic], en atención a varias denuncias realizadas vía correspondencia.
Si bien esta solicitud no ha sido respondida aún (el municipio cuenta con plazo hasta el 18 de agosto), el personaje mencionado en la solicitud obtuvo permiso municipal el 28 de julio, ocho días después de la solicitud.
El señor Córdova hoy acudió al director subrogante de “El Marino”, Mario Grez Lorca, quien coincidentemente labora en el municipio local, advirtiéndole que “tu hijo [el director titular] se lleva llamando por teléfono pidiendo los permisos para vender”.
Pero a Óscar Córdova no le bastó con sólo eso: en horas de esta noche publicó un verdadero rosario de injurias contra el director de “El Marino”, Diego Grez Cañete, “para que se deje de andar weviando y pidiendo información a travez de la ley de transparencia. […] Yo solo quiero seguir trabajando tranquilo, pero con usted weviando como misquito es un poco dificil” [sic].
A pesar de que este diario, ni las personas relacionadas a él, han menoscabado moralmente al señor Córdova, su publicación atrajo una serie de comentarios tan injuriosos, ofensivos y amenazantes como sus propias palabras, que hemos omitido por razones obvias, pero que permanece público en la mencionada red social.
“Denunciaré ante Contraloría al Municipio de Pichilemu por informar indebidamente a terceros sobre solicitudes por ley de transparencia que se supone, sus datos son confidenciales”, replica escuetamente el director Diego Grez.
