Teolinda Aguilar Guerra, hace 40 años aproximadamente, ocupó un terreno en la costa de Boyeruca, comuna de Vichuquén (región del Maule). La recolectora de orilla, toda su vida, residió en la localidad, pero quiso vivir junto a la playa con su pareja, pescador, asentándose en las cercanías de la actual caleta local.
En el mismo sector se asentaron Nuvia Uberlinda Torres Muñoz, Benancio Patricio Torres Muñoz, y Vital Abraham Torres Muñoz, quienes realizaron rellenos artificiales al ocupar los terrenos, además de construir “una serie de mejoras como casa habitación, emparejamiento y rellenos, instalación de agua potable, luz eléctrica y alcantarillado particular, lo anterior les habría permitido solicitar a través de la aplicación del D.L. N°2695 de 1979, la regularización de la posesión material a su nombre por los retazos que ocupan”.
Sin embargo, el exalcalde de Paredones, y terrateniente del lugar, Zócimo Catalán Urzúa, presentó oposición a la regularización de los terrenos, en enero de 2001, dando origen a un juicio, cuyo rol es C-7-2001, en el Juzgado de Letras de Licantén.
Catalán argumentó “es de su propiedad las franjas de terreno que pretendían regularizar sus patrocinados, sin señalar el lugar específico que ocupaban y que pertenecía al oponente de autos”. Sin embargo, la escritura, como constató el juzgado, señala que “el predio saneado por el sr. Catalán no deslinda en ninguna parte con la laguna, existiendo de por medio, el camino público y terrenos de varios propietarios”. Por ello, los demandados ya mencionados “ocupan un retazo de terreno que no pertenece al demandante por cuanto el sector que señala que ocupan sus mandantes no es de su propiedad, sino del estado chileno”.
A pesar de que el Juzgado de Licantén indicó que “no se puede desconocer el hecho de que se ha demostrado que los demandados habitan en un terreno que se encuentra fuera de los límites de la propiedad del demandante, ocupación que escapa a la competencia entregada en los presentes autos a este Tribunal, no pudiendo en definitiva pronunciarse respecto de un desalojo en un terreno diferente al cual fuere ordenado en estos autos, y verificado con la prueba rendida que los demandados ocupan un terreno distinto respecto del cual se está solicitando hacer abandono (…)”, Andrés Torres Paredes, nieto de Teolinda Aguilar y también pescador artesanal, expresó a “El Marino” su descontento y angustia con las acciones de Catalán, ya que han sido notificados dos veces para hacer desalojo de su residencia, donde además poseen un restaurant, esto, a pesar de que como se expresó precedentemente, el terreno ocupado por ellos no pertenece a Catalán sino al Estado.
“Ojalá esto se comparta para que las autoridades tomen conocimiento de esta situación, que nos afecta a nosotros, familias humildes de esta localidad, y es la única forma de que se haga masivo y no nos desalojen injustamente”, dijo Torres Paredes.
“El juzgado fue claro en decir que no corresponde desalojarnos, así que ojalá que las autoridades correspondientes se pronuncien sobre esta situación que nos aqueja desde hace varios años”, agregó.
