Esta tarde, en un pequeño acto realizado en la playa principal de Pichilemu, el alcalde Roberto Córdova Carreño hizo un llamado a toda la comunidad, con el objetivo de “sensibilizar, tanto a la población de nuestra comuna como a la que nos visita, en el hábito de la limpieza como parte esencial de la cultura ciudadana”, enfatizando que “la limpieza de Pichilemu es responsabilidad de todos”.
Es así como la máxima autoridad comunal anunció la implementación de cien nuevos receptáculos en puntos claves del balneario, para “hacer más eficiente la recolección de la basura”, en playas y espacios transitados, además de nueva señalética en las calles que desembocan en la playa, sumándose a la inversión de más de setenta millones de pesos que el municipio local hace cada temporada en este tema, que incluye “aumentar la dotación humana y perfeccionar la infraestructura que se requiere para la recolección de la basura”.
Córdova explicó que “el tema de la limpieza de la comuna no sólo atañe a la Municipalidad, sino a toda la comunidad y también a los turistas que llegan, especialmente en estas fechas. En este contexto, los invitamos a que nos ayuden a mantener limpio nuestro balneario, siendo responsables con los desechos que cada uno genera diariamente”. Asimismo, remarcó que, “si bien la ordenanza de aseo de la comuna de 2013 fue un hito muy importante para la vida cotidiana de nuestra comunidad, es necesario reiterar el llamado a cada residente y visitante a ser responsable y proactivo en este tema”.
Para el municipio, este llamado reactualiza la ordenanza municipal de aseo, dictada en 2013, donde se establecen las responsabilidades de cada uno en el tema de la basura. “Un balneario limpio es esencial para que todos nos sintamos cómodos y acogidos. Es la condición para que los turistas vuelvan y para que nuestra marca como balneario de primer nivel se posicione vigorosamente, lo que implica nuevas oportunidades de negocios”, explicó Córdova, instando a la comunidad a ser responsables y velar por el aseo de Pichilemu “a través de pequeños gestos, desde la educación que inculcamos a nuestros hijos, hasta nuestra interacción cotidiana con el entorno, recogiendo nuestra basura e instando a los demás a que también lo hagan”.
Recordemos que la ordenanza de aseo municipal prohibe botar basura en la vía pública —incluyendo “parques, jardines, cauces naturales y artificiales, bosques, playas, ríos y en cualquier depósito de agua”—, así como el vaciamiento o escurrimiento “de cualquier líquido malsano, inflamable, corrosivo y aguas servidas hacia la vía pública y/o desagues de cualquier tipo”. La ordenanza también destaca que “es responsabilidad de cada vecino velar por el aseo de sus veredas y frontis de su casa, manteniéndola libre de malezas y basura en general”; además, los locales comerciales de comida, pescaderías, carnicerías y restoranes, deben depositar su basura en bolsas y luego en un receptáculo lavable y con tapa. Las infracciones a esta ordenanza municipal serán denunciadas al Juzgado de Policía Local, con una multa de 1 a 5 Unidades Tributarias Mensuales, según la gravedad del hecho.
