Emotivas exequias tuvieron bomberos insignes de Pichilemu Hernán Olivos y Jorge Vargas


Ayer por la tarde tuvo lugar el funeral conjunto de los voluntarios insignes de la 1.° Compañía de Bomberos de Pichilemu, Hernán Olivos Vallejos (89) y Jorge Vargas López (81).

Sus cuerpos, velados en el cuartel bomberil, fueron llevados a pie hasta la parroquia Inmaculada Concepción, donde se inició la misa a las 17 horas. El cura párroco Claudio Fuenzalida se refirió a la semejanza de los bomberos con el buen samaritano, que es capaz de mirar con compasión a otros.

Hablaron en representación de sus respectivas familias Marco Olivos Troncoso y Jorge Vargas González, consejero regional y exalcalde. El primero entregó sus agradecimientos tanto a las autoridades como a los familiares cercanos que cuidaron a su padre. En tanto, Jorge Vargas hijo, flanqueado por sus tres hermanos, contó algunas anécdotas de la vida de su padre y enfatizó el concepto de ser hijo de bombero.

Finalizada la ceremonia religiosa cerca de las 18:40, los restos mortales de Olivos y Vargas fueron llevados a pie por O’Higgins, Aguirre, Errázuriz y Ortúzar, hasta La Concepción, siendo finalmente llevados en carros de Bomberos hasta el cementerio parroquial.

La caravana llegó al camposanto, donde nuevamente hubo alocuciones. Primero, de tres directivos de bomberos: el exsuperintendente Cáceres, el vicesuperintendente Manuel Araya y el director Héctor Urzúa, también exsuperintendente. Luego, hablaron dos nietos de los fallecidos.

Ambas familias recibieron los uniformes de los fallecidos, aunque en el caso de Jorge Vargas solo fue entregado el casco a su pareja Bernardita Pérez, ya que su deseo era vestir su uniforme. Los voluntarios de Bomberos pasaron lista, finalizando con el nombre de Vargas y Olivos. Acto seguido, fueron sepultados en el mausoleo de la institución.

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