Tras cuatro meses de investigación, detectives de la Brigada Antinarcóticos y Contra el Crimen Organizado Rancagua, en coordinación con la Fiscalía Local de la misma ciudad, lograron detener, en un sector rural de la comuna de Chépica, a cuatro personas por los delitos de tráfico ilícito de drogas y tenencia ilegal de armas de fuego, todos pertenecientes a un clan familiar que se dedicaba al cultivo, cosecha y venta de cannabis, en distintas comunas de la zona.
Las pesquisas se originaron a raíz de información residual, proveniente de otras investigaciones, la que sumada a diversas técnica investigativas, consistentes en seguimientos y vigilancias a distancia, además del uso de dispositivos tecnológicos, como drones entregados a la PDI por el Gobierno Regional, permitieron reunir antecedentes que la Fiscalía estimó como suficientes para solicitar al Juzgado de Garantía una orden de entrada y registro a una propiedad de la comuna señalada, con la finalidad de verificar la presencia de droga en su interior.
Una vez dentro del predio, los oficiales policiales lograron detectar la presencia de 9,3 kilos de cannabis procesada, droga cuyo avalúo asciende a 46,5 millones de pesos. Sin embargo, al efectuarse el registro de la propiedad y sus alrededores, se identificó una caja similar a un baúl, la cual contenía 19 escopetas y rifles, además de 5 revólveres y 5 pistolas.
Según indicaron desde la PDI, 12 de las 29 armas eran de propiedad de uno de los imputados, pero en el año 2015 este había efectuado denuncias que indicaban el robo de las mismas. De igual manera, la policía identificó otras cuatro armas que mantenían encargos por robo o extravío, y seis que no mantenían registro.
Debido a lo antes señalado, los cuatro imputados fueron detenidos por tráfico ilícito de drogas, y a dos de ellos, además, se les imputa el delito de tenencia ilegal de armas de fuego, razón por la cual serán puestos mañana a disposición del Juzgado de Garantía de Rancagua para su control de detención.
