Con una alta convocatoria de dirigentes vecinales, concejales y ejecutivos de COPEC, se realizó este miércoles una reunión en el Espacio WM para analizar el impacto del nuevo servicentro que la empresa petrolera construye en Playa Hermosa, comuna de Pichilemu, el cual estaría operativo en diciembre de este año.
Aunque los asistentes valoraron la inversión, manifestaron su preocupación por el grave impacto vial y ambiental que generaría en una comuna que ya sufre congestión crónica en temporada alta.
El encuentro contó con la participación de Felipe Maldonado, jefe de proyectos de COPEC, los concejales Pablo Canales, Aníbal Galarce, Sofía Yávar, Álvaro Álvarez y Marcelo Cabrera, y así como Eduardo Flores, gerente de operaciones de Espacio WM, además de dirigentes de juntas de vecinos de El Llano, Playa Hermosa, Infiernillo y Pichilemu Centro, entre otros sectores.
Si bien los asistentes reconocieron que el proyecto traerá empleo local y mejorará los servicios, criticaron la falta de estudios serios sobre el aumento del tráfico en una zona con una única vía de acceso.
Eduardo Flores, gerente de Espacio WM, fue enfático: «Siempre es buena la inversión, pero aquí queda en evidencia la falta de comunicación entre lo público y lo privado. Los vecinos ya sufren tacos kilométricos en verano, y ahora se suma esto. La autoridad debe hacer un mea culpa por no anticiparse».
Marcelo Cabrera, concejal de Pichilemu, aunque apoyó el proyecto, admitió: «Vivir aquí es muy distinto a planear desde una oficina en Santiago. El caos vial será diario, no solo en temporada. Si hoy ya es un problema transitar por Avenida Comercio, con este centro de servicio y el futuro mall, la situación será insostenible».
Uno de los puntos más criticados fue que el proyecto ya cuenta con todos los permisos municipales, pese a que nunca se consultó formalmente a la comunidad.
Pablo Canales, concejal de Pichilemu, aclaró el rol del Concejo Municipal: «La gente cree que todo pasa por nosotros, pero en este caso, los permisos los otorgó la Dirección de Obras. No hubo votación ni consulta al Concejo. Ahora nuestro trabajo es presionar para que se tomen medidas de mitigación».
Felipe Maldonado, jefe de proyectos de COPEC, aseguró que la empresa está abierta a trabajar con la comunidad: «Entendemos las preocupaciones. Nos comprometemos a reunirnos con Tránsito y buscar soluciones. Además, priorizaremos la contratación de mano de obra local una vez que se defina al concesionario».
Sin embargo, los vecinos cuestionaron que estos compromisos lleguen tarde, cuando la obra ya está avanzada.
Uno de los temas más sensibles fue cómo el proyecto podría profundizar la división territorial en la comuna.
Eduardo Flores advirtió: «Esto va a crear dos Pichilemus: el de la COPEC hacia el norte y el del centro hacia el sur. Si hoy un turista tarda horas en llegar al centro en verano, con esto será peor».
Marcelo Cabrera reconoció el problema, pero lo atribuyó al crecimiento desordenado: «Pichilemu ya está dividido. El tema es que nadie planeó vías alternativas. Necesitamos un plan regulador actualizado y nuevas rutas, pero eso es tarea del municipio y del gobierno regional».
¿Qué sigue?
Los concejales Canales y Cabrera anunciaron que pedirán una reunión urgente con la Dirección de Tránsito y la Secretaría Regional Ministerial (SEREMI) de Transportes para buscar soluciones. Mientras tanto, COPEC anunció que el proyecto no se detendrá.
