El Colegio de Cardenales ha elegido al nuevo líder de la Iglesia Católica. Robert Francis Prevost, cardenal estadounidense de origen peruano por naturalización, ha sido proclamado como el Papa número 267 de la historia, adoptando el nombre de León XIV. Con su elección, se convierte en el primer Papa nacido en Estados Unidos y, más ampliamente, en el primero originario de América del Norte, marcando un momento histórico para la Iglesia y para el continente.
La elección tuvo lugar tras el fallecimiento del Papa Francisco, y el cónclave, que se desarrolló con rapidez, concluyó en menos de 24 horas. La decisión fue recibida con aplausos y oraciones desde la Plaza de San Pedro, donde miles de fieles esperaban la tradicional fumata blanca.
Prevost, de 69 años, nació en Chicago en 1955 y fue ordenado sacerdote en 1982 dentro de la Orden de San Agustín. Su vocación lo llevó a servir en Perú durante décadas, donde más adelante sería nombrado Obispo de Chiclayo (2015–2023). En 2015, obtuvo la ciudadanía peruana. En años recientes, destacó como prefecto del Dicasterio para los Obispos y presidente de la Comisión Pontificia para América Latina, cargos que lo posicionaron como una figura influyente dentro del Vaticano.
Aunque su elección ha sido celebrada por muchos, también enfrenta cuestionamientos de sectores que señalan su papel en el manejo de denuncias de abuso en el pasado.
Con formación teológica, experiencia misionera en América Latina y trayectoria en la Curia Romana, el pontificado de León XIV abre una nueva etapa para la Iglesia Católica en un mundo que demanda respuestas a desafíos espirituales, sociales y éticos urgentes.