Esta mañana, el periódico El Expreso de la Costa difundió fragmentos de la auditoría clínica realizada por el Servicio de Salud regional al hospital de Pichilemu, acreditado recientemente “en calidad”. La auditoría tiene relación con los sucesos que determinaron el fallecimiento en extrañas circunstancias de la menor Esmeralda Carrillo Cáceres, en septiembre pasado.
El texto señala que:
“ese día [el 18 de septiember] desde el ingreso de la paciente a las 15:42 horas estando de turno el médico Dr. Pavez, se cometieron una cadena de errores y eventos adversos en la atención, partiendo por una mala categorización (C4)siendo que presentaba fiebre(38,5°), vómitos y diarrea. La paciente debió ser categorizada en C1. (En Resolución Exenta N° 4241 del 22 de octubre de 2013, se establece marco regulatorio y operativo de red local de urgencia donde se “establece que todos los pacientes categorizados en C-1 y C-2, deberán ser trasladaos en Móviles SAMU avanzados”). Además se la habría aplicado una técnica inapropiada en la administración de medicamentos. Falta de apoyo de laboratorio clínico, falta de profesional enfermera las 24 horas. Falta de normativa en el traslado del paciente, al momento de ingresarla a la ambulancia la paciente no es evaluada y estabilizada por el médico ingresando el turno Dr. Ulloa, se le traslada en una ambulancia básica, la cual no lleva medicamentos. El doctor Pavez indica se le suministre medicamento en traslado lo cual no se cumple.
“el personal paramédico no se encuentra capacitado en técnicas de reanimación, falta de gestión del personal del servicio de urgencia, no existe protocolo de traslado o ingreso de pacientes desde el servicio de urgencia al servicio de hospitalizados. La unidad de hospitalizados carece de medios tecnológicos”.
“Con toda la información disponible y analizada, con evidente falta de competencias del personal médico y de técnico paramédico que atendió a Esmeralda Carrillo Cáceres, con las deficiencias en gestión de recursos humanos y de apoyo clínico se sugiere disponer realizar un proceso sumarial a todos los involucrados primero en la gestión del servicio de urgencia del hospital de Pichilemu y segundo a los que brindaron atenciones clínicas deficientes”
La madre de Esmeralda, Flor Cáceres Carreño, consultada por el mismo medio de prensa, señaló que las autoridades no se han acercado en ningún momento a comentarles algo relativo a esta posible negligencia médica, indicando también que “seguimos esperando siempre por respuestas, seguimos insistiendo en el tema aunque siguen vacilando con nuestro dolor. Sólo hemos tenido respuesta por los medios legales, a la espera de los resultados toxicológicos.”
