EL MISS PLAYA, LA NATALY Y EL CAFÉ PUSKIN SE QUEDAN FLOTANDO EN EL RECUERDO DEL VERANO 2009
– Para muchos –seguramente- serán otros los motivos para evocar el verano que está dando sus últimos estertores, pese a que no disminuye la canícula, pero nos damos la licencia de contar los nuestros.
¿Fueron las medidas anatómicas de Nataly, ese bronceado cuerpo de ébano que mostró en un momento o acaso esa eterna sonrisa que brindó al público, lo que jugó a su favor y resultó la elegida?
Realmente no sabemos con certeza qué inclinó la balanza en el gusto del jurado del Miss Playa 2009 realizado en la Semana Pichilemina hace un mes; pero para ser más justos –aunque a la distancia- al menos dos de aquellas razones son válidas, sin que ello signifique desmerecer a dos o tres candidatas que estaban como para ceñirse la corona y banda del Miss Playa.
Siempre elucubrando una razón más a favor de Nataly, pienso que esa sonrisa que vimos en más de una ocasión –en sus tiempos de liceana- cuando bailaba cueca, es sin duda un plus que –a la luz del material gráfico que tenemos- fue de alguna manera importante, y que no vimos en ninguna otra.
Vimos sí, en otras candidatas una cuota mayor de sensualidad, desplante, entre otras buenas razones, pero me quedo con el pálpito de que fue esa sonrisa más preponderante y cautivó a la mayoría de los miembros del jurado.
Está concluyendo –quizás- la estación más esperada del año. Y al despedirla nos quedamos con esas imágenes que hacen más patente el recuerdo de días felices, de descanso, de playa, de sol, de juventud.
La morena Nataly –como la blonda, la trigueña y las demás- serán parte de esos recuerdos que quedarán dando vueltas, mientras evocamos aquella canción que popularizó, en los años sesenta, el cantante francés Gilbert Becaud, que contaba la historia de la bella guía rusa que le llevó por ahí, por acá, a la Plaza Roja y al Café Puskin.
No pudimos estar cubriendo directamente esa instancia, pero un par de colaboradores si lograron algunas fotos que las queremos volver a compartir con ustedes.
