AÑORANDO EL VERANO Y RECORDANDO HECHOS ASOCIADOS A ALGUNAS FAMILIAS QUE NACIERON JUNTO AL MAR PICHIL

AÑORANDO EL VERANO Y RECORDANDO HECHOS ASOCIADOS A ALGUNAS FAMILIAS QUE NACIERON JUNTO AL MAR PICHILEMINO

Cuando estamos a poco menos de 45 días de que llegue el año 2008 y se inicie una nueva temporada estival, aunque en medio de nubarrones, igual se añora este período que nos mantiene más ocupado -de una y otra forma- en atender a las miles de personas que nos privilegian con su presencia.
La gran mayoría -por suerte- se va feliz, agradada de disfrutar y conocer parte de los lugares y parajes rurales con sus actividades tradicionales y recreativas; como también, las playas y otras alterativas para pasar sus vacaciones.
¡Sí!, pues Pichilemu -con muchas debilidades aún sin solucionar- así y todo tiene su encanto, su magia, que cautiva a miles de personas y que siguen prefiriéndolo a otros balnearios. Igual sabemos que muchas familias que tradicionalmente veraneaban en Pichilemu, ahora lo hacen en otros lugares. Pero no todos porque se han «desencantado» -cosa que también sabemos de algunas- sino la gran mayoría porque los hijos empiezan a tener otros intereses y que sus padres -en muchos casos- deben darle satisfacción.
No obstante, en estos casos no se olvidan de Pichilemu. De vez en cuando regresan para recordar «viejos tiempos» y muchas veces lo hacen en compañía y/o de acuerdo con otras familias amigas.
Sabemos de algunos casos en que un veraneo en Pichilemu detonó una relación que terminó -tras un inocente pololeo veraniego- en un muy bien conformado matrimonio y que después de 50 años, esa familia ha regresado con cientos de personas a celebrar una fecha importante.
Está, por ejemplo el caso de la familia Hewstone (el segundo apellido se me borró) que debió quedarse en varios establecimientos para poder pernoctar, allá por la medianía de los años ’80.
Años después, en los años ‘90, también, estuvieron los Gil. Varios hermanos con sus respectivas familias, algunos de los cuales conocimos cuando mi padre era concesionario de la Pista Municipal.
También conocimos a otras familias, todas con algo en común: Que tuvieron entre sus integrantes a bellezas que fueron ya Reinas de la Semana Pichilemina, o que fueron al menos candidatas. Como también activas familias participantes de aquellas fiestas -con carros alegóricos, comparsas, etcétera- que siempre tenían un noble objetivo: colaborar para con los recursos obtenidos, instituciones locales pudieran solucionar o al menos mitigar problemas de diversa índole social, entre otros objetivos.

FAMILIA
Durante este fin de semana una gran cantidad de personas estarán disfrutando -quizás algunos recién conociendo Pichilemu- de nuestra comuna. La diferencia con las anteriores es que el origen de esta familia, es de los hermanos Morales Moraga -oriundos de Ciruelos, pueblito más importante que Pichilemu, en su momento- quienes emigraron a otros lugares, pero que muchos de ellos tuvieron un fuerte lazo afectivo con su tierra natal.
Es más, uno de los hermanos Morales Moraga fue alcalde de Pichilemu: Don Alberto, quien ejerció en el transcurso del año 1935 un breve período en dos ocasiones; pero en cambio uno de sus hijos: Sergio, ejerció entre el año 1950 y 1951, y luego entre 1953 y 1956, aparte de períodos como regidor.
Otro hermano, Gastón, fue alcalde durante varios años en la comuna de Doñihue donde se radicó y formó su familia.
Otros hermanos -Carlos, Jorge, Gustavo y Jaime, y dos hermanas- también se radicaron en otras ciudades; los que seguramente estarán de visita junto a sus familias por estos días.
Como hijos y nietos de éstas. Y entre las cuales están Rosa, Ita, Carmen, Ana María, Sergio y Susana; todos hijos del alcalde Sergio Morales y de Eliana Razo.
Las tres mayores estudiaron en el Colegio «Dr. Díaz Lira» -hoy Preciosa Sangre- antes de irse con su familia a radicar a la ciudad de Rancagua.
Por aquella época, un acontecimiento muy esperado por los niños -al menos en ese tiempo- era la Primera Comunión, la que se hacía el 8 de Diciembre. El año 1958 fue junto a varias decenas de niños y niñas, el momento en que hicimos nuestra «Primera Comunión» junto con mi hermano Antonio. Fecha en que también, las dos mayores de estas hermanas cumplieron con el rito católico.
Y como no recordar, también, la ocasión en que bailamos con una de las hermanas Morales Razo en el Estadio de Pichilemu y en la Cancha de Ciruelos, el «Cuando» y «El Aire» donde nos tocó hacer pareja junto a otras, un cuadro de la Colonia, obviamente que vestidos a la usanza, en una alianza Escuela «Cardenal Caro» y Escuela «Dr. Díaz Lira».
«pichilemunews» les desea un FELIZ FIN DE SEMANA a todos los integrantes y respectivas familias que están -muchos de ellos- volviendo a nuestra comuna después de muchos años. Que sea muy grata y obviamente, que no sea la última.

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