En diciembre de este año se cumplirán veinte años de la remodelación del Parque Municipal, denominado desde entonces como Parque Municipal “Agustín Ross Edwards” en gratitud al visionario impulsor del balneario pichilemino.
Para diciembre, en relación a este hecho, “pichilemunews” se estaba preparando para recordarlo, pero lo que aparece hoy en la página 6 de LUN nos ha hecho rememorar anticipadamente este aniversario.
¿Por qué? Pues, porque se le da caracteres de insólito a un “representante legal” de las palmeras al agrónomo José Manuel Tagle, por su defensa de las palmeras al enviar una misiva firmada por “Jubaea Chilensis” (nombre científico de esta especie de Palmera en esta parte del mundo) que -pese a su insistencia e interés- no logró su publicación en los medios de comunicación, sino hasta que se firmó con el verdadero nombre. Fue una táctica válida para llamar la atención de la falta de consideración con la naturaleza y especialmente con esa especie arbórea.
¿Qué tiene que ver con nuestro Parque? Ocurre, que el 17 de Enero de 1987, en el Nº 18 del periódico PICHILEMU que dirigíamos -padre de www.pichilemunews.cl- publicó una Carta -en la sección NOS ESCRIBEN- firmada por las Hermanas Palma Palma; la que decía lo siguiente:
Señor Director:
En una decisión extrema, varias de nosotras hemos decidido molestar su atención, en a seguridad que usted no nos defraudará.
Nos han contado que en unas cuantas oportunidades usted se ha compadecido y ha denunciado nuestra aflictiva situación, lo que agradecemos. Estamos conscientes que estamos viejas, casi al borde de los cien años; pero queremos seguir viviendo.
Recordamos que de chicas nos dijeron,”si las cuidan, vivirán muchos años. Llegarán a viejitas, pero así y todo las querrán y las cuidarán ….
Mas, no sabemos qué hemos hecho para recibir el trato que nos dan. Antes, por menos nos peinaban, nos emparejaban, y vieran -los que son jóvenes- cómo de bonitas lucíamos. Nos admiraban por lo ordenaditas y muchas parejas pasaban largo rato junto a nosotras; pues no le molestábamos para nada.
Para colmo de males, hace cerca de tres años que una terrible enfermedad afectó a una de nosotras y al poco tiempo contagió a otras. Y como nadie nos auxilió, cerca de seis han muerto ya. Una de ellas, la pobre, yace -desde hace meses- mutilada y tirada; pero ninguna mano generosa se ha dignado a enterrarla para que descanse en paz y, de paso, no siga contagiando.
Más de un año atrás, supimos que nos tratarían, nos desinfectarían a todas por igual contra ese terrible mal que está acabando con nosotras. Sin embargo, estamos por creer que alguien está interesado en que mueran más de nuestras hermanas.
Señor director, quizás nos hemos extendido en señalar nuestra situación; pero entiéndanos. Nos estamos jugando nuestras últimas posibilidades de que, antes que sea demasiado tarde, nos ayuden a salvarnos ….
¡Queremos seguir viviendo! ¡Queremos seguir siendo útiles! ¡Queremos seguir siendo admiradas y no causar lástima como hoy!
Con la esperanza de ser escuchadas, de usted desde ya agradecidas por dar este espacio a nuestras súplicas”.
Hermanas Palma Palma
N. de la R.: Cumplimos con dar nuevamente la dramática situación de estas hermanitas, cuyo domicilio es el Parque Municipal de Pichilemu, ubicado en Av. La Marina (desde el año 1991, Avenida Agustín Ross), frente al hotel que lleva el nombre del gestor de la otrora área verde.
COINCIDENCIA
Coincidencia o no, en el transcurso de ese año se inició la remodelación al Parque Municipal, lo que implicó un cuidado especial a las especies arbóreas -la mayoría Palmeras- donde las “hermanas Palma Palma” si bien murieron irremediablemente algunas, la mayoría fueron salvadas y hasta hoy permanecen en dicha área verde siendo admiradas pese a que tienen más de 120 años de vida. Y sus jardines lucen hermosas flores y prados. También, a la pileta se le hizo instalación de luces y juegos de agua, que en la noche daban un espectáculo impresionante.
Años más tarde, el 2002 aproximadamente, una nueva remodelación intervino a la pileta y/o fuente de agua, pero esta vez las “reparaciones se hicieron con engrudo”, ya que no se puede usar como tal. Se reclamó al MINVU y al SERVIU y sus funcionarios dijeron muy sueltos de cuerpo “que nos debíamos dar con una piedra en el pecho”, puesto que “mucho se hizo con los recursos que ahí se invirtieron”, defendiendo a la empresa contratista en lugar de exigirles hacer UN BUEN TRABAJO.
Recordando algo más grato, el año 1987 fueron invitados descendientes de don Agustín Ross Edwards, entre los cuales estuvo Agustín Ross Prieto.
El nexo entre autoridades y descendientes de don Agustín, permitió que posteriormente se realizaran -en tiempo record- las gestiones para declarar Monumentos Nacionales, tanto a esa área verde, como al edificio del ex Casino de Juegos, lo que ocurrió en los primeros meses de 1988.
Hoy, felizmente en proceso de restauración.
